Translate

martes, 17 de noviembre de 2020

CAPÍTULO 3: Reunión de Círculo



 CAPÍTULO 3

Reunión de círculo

 

 

 

 

Después de los abrazos y las risas, Denise entró y empezó a curar las múltiples escoriaciones en el cuerpo de Santos.

-Contanos qué le pasó a Leo Grande, querido, que lo extrañamos tanto por acá. Bueno, yo sí lo extraño… ¿Qué tiene?  …a mí siempre me pareció un buen militante.

-Nadie te criticó uruguaya, todas lo extrañamos.

-Mirá Denise, a Leo lo golpearon varias cosas al mismo tiempo y se deprimió feo. Decía que con haberles cagado la asunción presidencial y haber traído a un par de compañeros muy valiosos no iba a alcanzar para frenarlos. Que no había que dejarse llevar por el mito de que eran unos improvisados, que había un clima muy fuerte a su favor y cosas como esas.

-Pero qué desmoralizado de mierda, mirá si van a ganar tan fácil ¡que les metimos trescientas mil mujeres en Plaza de Mayo con una lluvia torrencial!!!

-Y no te olvides Nelly que fue en el marco de una huelga nacional de mujeres, la primera en la historia del país, de Latinoamérica.

-Tampoco es que estaba desmoralizado por eso o que se creyera el cuento del cuco kirchnerista y que Macri era la dictadura.  Lo impactó el pacto con los buitres de toda la runfla burguesa a mano alzada en el Congreso, con las patotas esperándolo a Pitrola a la salida del Congreso a la madrugada y Néstor encarándolos para discutir, a lo guapo…

-Ay, ¡cómo lo amo a ese cordobés loco!!

-Dale Denise, a vos te pasa con todos los tipos, Marcelo, Jorge…

-No te permito, Alicia, no te permito. A mí sólo me gustan los revolucionarios… y los pintones…

-Basta de hacerme cómplice de sus charlas de chongos, les pido por favor. Después encima vino lo de Tony… eso lo devastó, le vació el alma, no pudimos hacer nada…

-Sí, me acuerdo cómo estaba Leo en el velorio… lástima, un pibe tan jovencito.

-Y… somos una camada que viene golpeada, se nos fueron Rocío en junio, Mica en octubre y Pablito Rieznik en setiembre. Mariano van a hacer seis años mañana…

-Es muy triste ir a velorios de gente tan joven. Es antinatural.

-Sí, uru, sí. Leo venía muy golpeado. Encima entraron a echar gente de todos lados. La burocracia de los estatales y docentes se entregaron por moneditas, la guita entró a apretar, todos los días alguna compañera en crisis de nervios porque le llegó el telegrama, compañeros que se suicidaron por no saber cómo iban a levantar deudas sin laburo y con diez años para jubilarse…

-Sí, fue un año terrible…

-… y la luz al final del túnel que no aparece…

-… y eso que ya pasamos el primer semestre…

-¿De qué hablan?

-Pero botija, ¿te hicieron mal las lastimaduras, no lo escuchaste a tu presi? ¿A su vice?

-No, Denise, acabo de volver después de una semana que para ustedes duró seis meses, no tengo idea de lo que me hablás…

-Otra vez no me cierran las cuentas, Santos, ¿cómo pudiste viajar al pasado? ¿No era que reventaron las máquinas del Barolo?

-¿Cómo que te fuiste al pasado? Me están haciendo una joda porque saben soy medio lela. ¿De qué hablan?

-Ay, Denise, ¿no te acordás que leímos el Informe de Leo juntas, el de la máquina del tiempo?

-Sí, pero éste dijo que Stiusso vino para recuperarla y que Leo la rompió. ¿Cómo hiciste para irte de nuevo?

-Encontramos otra, querida Aliciasantotomás.

-No, bueno, ya es mucho, ¿no te parece? ¿Dos máquinas? ¿Todo el mundo fabrica máquinas del tiempo en este país y yo soy una boluda que me pierdo en el subte?

-Entiendo que no me creas, cuando me lo contaron yo tampoco lo creí. Pero Leo se encerró en su depresión y se puso obsesivamente a seguir una extraña pista. Había otra máquina para viajar en el tiempo. Así quese juntó con un viejo amigo, un compañero de laburo y una docente que había conocido en un viaje de estudios y fueron a comprobar sus teorías y la pusieron a andar. Entre los cuatro aceptaron la propuesta de Leo de irse hasta 1977, convencer a Rodolfo Walsh de no ir a la cita envenenada o en su defecto matar a Astiz y toda su patota de la Esma antes que lo emboscara en la estación de la Línea E donde lo mataron, en Entre Ríos y San Juan.

-Ese pibe se volvió totalmente loco.

-Yo pensé lo mismo Alicia, y te juro que se lo dije. Pero estaba profundamente convencido. Es como un suicidio honroso, me dijo después del velorio del Tony, y en su cabeza ya estaba viviendo allá.

-Pero si el Tony se murió a mediados de marzo y a Leo lo votamos para la Conferencia y el Congreso Nacional… ahora a la que no le cierran los números es a mí.

-Bueno, Nelly, si los primeros meses de Macri y la muerte de Tony no lo remataron, la Conferencia y el Congreso lo terminaron de liquidar. Las conclusiones que sacó del debate partidario en esa semana lo terminaron de deprimir. Por eso tomó la decisión el mismo 24 de marzo, después de la marcha, antes que el Congreso Partidario siquiera votara la nueva dirección. Aguantó hasta el fin de la campaña electoral de los gráficos en las fábricas de Ortúzar, Chacarita y Paternal, pero el resultado también lo liquidó. Parecía que el universo complotaba para convencerlo de suicidarse o hacer una locura.

-Qué pelotudo.

-Bueno, tiene derecho a enojarse. Al menos se lo ganó militando.

-Vos siempre lo defendés….

-No lo defiendo, boluda, al contrario…

-¿Pero tan deprimido estaba para renunciar a Leyla? ¿Y no se había enamorado de nuevo?

-No sé qué decirte, piba, cuando terminó el Congreso me extrañó no verlo, no me contestaba el wasap ni el teléfono así que me caí en la casa para ver qué onda. Ya se había ido, me dejó una nota de despedida entre un revuelto de cosas.

 -¿Acá cerquita? ¿En Artigas y Nueva York?

-No, uru, no. A principios de febrero se había mudado de nuevo a su vieja casa, donde había nacido Leyla, donde también se separó. Eso lo tenía muy golpeado, nunca se pudo reponer. Me decía que pasaba horas fumando en la bañadera, recordando cada pasito de Leyla en los rincones, que las casas guardan la energía de las personas, que era como tener a la madre de Leyla todo el tiempo en frente y todos los remordimientos por la familia que había perdido. Y un montón de cosas así, que al principio me parecieron delirios de su depresión… ahora se lo tengo que conceder…

-¿Pero entonces está vivo todavía?

-No lo sabemos. La prueba de hoy era para rescatarnos a la Negra, a Cuervo y a mí del pasado donde fuimos y también a Leo. Pero no sé cómo comunicarme con él. Supongo que si pudo hacer el viaje de vuelta, cuando se rescate el día que es, mañana al mediodía, a la hora exacta que mataron a Mariano, no se va a perder por nada ir a Barracas a su homenaje. Por eso nos citamos ahí.

-¿Y la carta qué decía?

-Bueno, te imaginás como es Leo…  toda una verborragia llena de adjetivos y subordinadas, un dramón flamenco sobre lo negro de la situación actual para las perspectivas socialistas de la humanidad, que al final teníamos que aceptar que había sido Barbarie y no Socialismo… que El Partido estaba en la electoral y encima lo hacía como el ojete… que encima lo de Tony… lo de la piba esta de Siria que conoció la primer noche que pasó en el Hotel custodiando la oficina octogonal…

-¿Qué pasó con esa piba?

-Bueno, digamos que se encamó con el Tony y eso a Leo le cayó como el orto. Encima él no sabía de la adicción de su mejor amigo, la siria le contó que Tony la había violado, se enteró de muchas cosas juntas… creo que se sintió muy responsable del brote de ella y de la muerte de él…

-¿Cómo violado? Me estás jodiendo. No lo puedo creer.

-¿Qué adicción? ¿No se murió de un paro cardiorrespiratorio?

-A mí me tratan de boluda pero ustedes no conocen a los médicos como yo. Para ellos todos nos morimos cuando se nos paran el corazón y los pulmones, Nelly. Es lo que ponen los tordos para dibujar muertes, digamos, confusas. Igual disculpen pero no sé de qué están hablando… ¿qué pasó con Tony? ¿de qué se murió? ¿O se mató?

-Mirá que sos colgada Denise…

-Y no sólo colgada: inorgánica, porque si vinieras a las reuniones de círculo sabrías todo lo que pasó. Pero claro, la señora se mandó a mudar cuando Leo dejó de venir.

-No es cierto, Alicia, fui a varias reuniones en la Legislatura… al local me da pena volver y que no estén más los chicos…

-El timbre, che.

No hay comentarios:

Publicar un comentario