Entretiempos
Novelilla
en ocho actos de
Leo
Mburucuyá Grande Cobián
Tiempo de
transición entre estaciones, con características de ambas.
Tiempo de
espera destinado a la recuperación física en algunos deportes.
Índice
Sudoeste
Último domingo
Oeste
Engualichaos
Noroeste
La maquinaria vegetal
Norte
Ronda de cartas
Noreste
Patrimonio relicto
Este
Runners y linyeras
Sudeste
Una letra me separa
Sur
El puñal y el beso
Sudoeste
Último
domingo
Bienvenides, mi nombre es Xaspien, he sido elegide
por el Equipo de Arqueología Digital para presentarles el informe sobre la
fuente número 22.398 que recuperamos del Archivo de la Primera Nube de la Alta
Antigüedad Capitalista; esperamos sea de su utilidad para contribuir al Proyecto
de Reconstrucción de la Nueva Nueva Buenos Aires en la forma de Museo para la
Memoria Viva, decidido en la última Asamblea de Asambleas Populares del
invierno del presente año 298 de la nueva era, 2319 de la antigua nomenclatura
temporal, para el que ustedes fueron elegides.
Vosotres deberán determinar cuáles edificios y
construcciones merecen ser re-edificadas para conmemorar el tercer centenario
de la Primera Revolución Obrera Asamblearia y Socialista en nuestra región y
determinar qué partes de la Antigua Buenos Aires merecen ser rescatadas del
olvido. Nuestro equipo de arquéologues y humanólogues se ha limitado a la
recopilación y primer relevamiento de fuentes digitales.
[…pasan los siglos y
nuestro discurso científico no pierde su contundente capacidad soporífera…]
Decidimos comenzar con esta, entre tantas otras, porque la
fuente ha sido datada sincrónicamente en algún día no laborable de fines de la
primavera o comienzos del verano de 2019 (de la Antigua Medición del Tiempo). Exactamente
cinco ciclos completos de sesenta revoluciones solares atrás, en lo que
estimamos se trata de la ubicación del barrio de nacimiento y crianza de una de
las biografías que mejor conocemos, la de Loura Rodríguez Carrasco, como todes sabemos,
una de las primeras responsables políticas y militares de la primera de las
tres grandes revoluciones, la que construyó la República Asamblearia y
Comunista del Río de la Plata y La Pampa.
Nuestres ancestres nos enseñaron que el presente se
construye en una compleja y, hasta cierto punto, incomprensible concatenación
contradictoria de decisiones individuales y colectivas infinitesimales.
Acordando con las resoluciones de la última Asamblea de
Asambleas nos proponemos aportar a las nuevas generaciones la comprensión de
los fenómenos históricos que nos han traído a este presente a partir de la
reconstrucción de alguna de esas experiencias individuales del extremo pasado.
Es un camino necesario para interpretar los efectos que la vieja sociedad
capitalista, último eslabón de la prehistoria de la humanidad en nuestra
pequeña región del cosmos, imprimió en la constitución de las personalidades de
nuestres ancestres.
[…queremos biografiar
cada hojita del árbol de la vida… qué bello desafío…]
Las fuentes digitales que sobrevivieron a la hecatombe
nuclear de 2022 (a.m.t.), aproximadamente, nos han permitido determinar que
Loura Rodríguez Carrasco comenzó a destacarse en la organización obrera y
barrial del éxodo preventivo al bombardeo atómico de los Imperios Capitalistas
sobre la Antigua Buenos Aires, poco después de la crisis política, social y
económica propiciada al finalizar el Aislamiento Obligatorio de la pandemia de
COVID 19 en el invierno de 2021.
Esperamos -además de contribuir a la reconstrucción del
llamado Parque del Centenario en los albores del final de la semi-colonia
capitalista denominada República Argentina- encontrar en esta fuente elementos
que nos permitan seguir comprendiendo la formación tan particular de esta
heroína obrera del comunismo primigenio, para fundamentar nuestra admiración
con la comprensión de esa mujer que supo combinar su experiencia de lucha
sindical y barrial con su conciencia de género feminista y su preparación
trotskista justo en el momento en que nuestres ancestres más necesitaron de su
generación para contribuir al comienzo mismo del primer triunfo del comunismo
planetario que hoy disfrutamos y consolidamos.
[…decididamente un
discurso burocrático poco revolucionario… deberé tomar nota para debatirlo con
su responsable cuando termine esta]
Quedará por ende en vuestras conciencias y
responsabilidades, después de esta presentación y las subsiguientes que nuestro
equipo les informarán, determinar si son suficientes para justificar una
adecuada reconstrucción de nuestro pasado histórico.
Se trata, como verán, de un plano secuencial único
registrado por un dron de la primitiva tecnología bidimensional realizada por
los tecnólogos de la Tercera Revolución Tecnológica de la última fase de la
Prehistoria, que denominamos Capitalismo Tardío. Estos artefactos tenían un
tamaño quince veces mayor al de nuestros modernos registradores sensovisuales y
tenían capacidades hoy consideradas primitivas para reflejar únicamente dos
dimensiones y un sólo enfoque de la realidad: que se corresponde con la arcaica
mentalidad de las clases explotadoras del pasado antiguo, que pretendían
capturar la maravillosa multiplicidad de la vida en el corset de una sola
perspectiva.
Entendemos que las sensibilidades de nuestres estudiantes,
perdón, la costumbre… de nuestres informantes
contemporánees deberán forzarse en un ejercicio al que no estamos
acostumbrades. Se nos impone ubicarnos en ese contexto histórico arcaico y de
alguna forma amputar nuestra amplitud sensorial, como si volviéramos por un
momento al punto de vista de nuestres ancestres más remotes.
Iremos comentando los avances de nuestra investigación a
medida que se desplieguen las imágenes. Enfatizamos la activación del máximo
posible en sus sistemas de imaginación sensorial para reemplazar la ausencia de
sonidos, aromas y emociones en la filmación primitiva.
Adelante, entonces, con la proyección.
[…a buena hora
camarada! dejad de introducciones obvias y que empiece lo bueno!]
La cámara se enciende al nivel del suelo y a medida que va
completando su ascenso -de 65 metros y fracción aproximadamente- el primerísimo
plano que observamos se va subdividiendo y multiplicando en una variedad de
elementos cúbicos semienterrados de color gris. Hemos constatado que se trata
de una formación combinada de fragmentos de granito segmentados artificialmente
por ruptura y pulido, que los antiguos capitalistas llamaban adoquín (plural adoquines), que entendemos habrían sido extractados entre los años 1880
y 1940 (a.m.t.) en canteras extractivas ubicadas en las Sierras de Tandil, una
formación geológica desaparecida después de las Guerras Atómicas, originalmente
ocupada por clanes tribales de ancestres tewelches a 321,02 km al sud-sudoeste
de la Antigua Buenos Aires, unos 523 km al Este-Noreste de nuestra capital actual,
Lihuel Calel.
Sabemos que durante esos sesenta años estos cubos graníticos
eran elaborados por obreros denominados picapedreros,
uno de los oficios extintos que tenemos registrados como parte de la Historia
de las Clases Obreras y que ustedes habrán estudiado en las fases más tempranas
de su formación social en los acervos de nuestra conciencia de clase matriz.
Entendemos que su función era sostener una alfombra horizontal
rígida para el desplazamiento de formas extintas de movimiento individual y
colectivo al nivel del suelo, llamados carros,
carretas, carruajes, carruajes a vapor, automóviles, camiones, etcétera.
Nuestres humanólogues han concluido que las calles y
avenidas de la Antigua Buenos Aires fueron tapizadas con dichas formaciones
hasta la difusión obligada por las industrias automotrices de los años 30 del
siglo 20 (a.m.t.) de las ruedas de caucho
(antiguo material también extinto similar a una formación elástica rígida,
extraído del ecocidio de las arcaicas formas de vida vegetal también
desaparecidas en las mencionadas Guerras) y el macadam y asfalto.
En este primer segmento la mirada del dron comienza su
recorrido aéreo desde la entrada oeste del Parque. Las formaciones
paralelepípedas que vemos erguidas en las veredas, enfrentadas entre sí, forman
un conjunto que nuestres especialistes han decidido coincide con el antiguo
sustantivo feria: aparentemente se trataría de un ritual de intercambio
comercial de distintas variedades de mercancías; tradición residual de antiguas
tradiciones campesinas y aborígenes como se observan hasta el día de hoy en
algunas formaciones económico sociales primitivas del planeta Quirón. Las
observaciones remotas de este planeta y sus pobladores reptil-humanoides nos
han permitido comprender con mayor profundidad lo que en diversas fuentes
comprobamos habría sido una práctica cultural muy difundida en la prehistoria
de nuestra propia especie en este planeta.
Esta feria atraería
sólo a las capas menos enriquecidas de la población, como podemos deducir de la
calidad de materiales y confecciones de las vestimentas de estes seres que han
sobrevivido hasta nosotres sólo en las proyecciones que la refracción solar
registrada por la cámara de esta perimida tecnología. Se trataría también de
una actividad recreativa, a juzgar por la incontable cantidad de niñes
acompañando a sus progenitores (recordemos que hablamos de familias binarias
heterosexuales, mantenidas artificialmente por las leyes de los Estados
patriarcales del pasado, que contaban con muy pocos horarios libres de la
explotación laboral y que no contaban con ningún tipo de crianza social,
comunitaria, de sus infancias).
[…cómo se habrán
divertido esas criaturitas saltando sus ilusiones en tal diversidad de colores
y formas…]
[…pobres niñes,
rebotando entre los golpes de adultes que no les registran en medio de un túnel
de cuerpos… ahí, tironeade por su adulte a cargo… insensibles…]
[…intestino de la
comercialización de la barbarie… crisol del pasado más arcaico de la especie…]
Aunque estamos en una fase preliminar de la investigación,
ya podemos asegurar que la así llamada feria
ofrecía una variada cantidad y calidad de mercancías. Aquí vemos lo que
parece ser la oferta de arcaicos dispositivos tecnológicos, que suponemos de un
consumo obligatorio, probablemente a menor precio que los oficiales, por lo que
suponemos que se trataría de un nivel de contrabando elemental admitido por las
autoridades capitalistas.
No les vamos a saturar con una interrupción permanente de la
secuencia pero queríamos destacar algunos hallazgos interesantes, como esta
oferta de piezas antiguas para su época de todo tipo de materiales, utensilios
de uso doméstico, pulpas de papel impresas, herramientas y hasta juguetes de
distintos momentos del siglo 19 y 20 de la antigua medición temporal. La
multiplicidad de ofertas de estas características nos ha llevado a discutir en
varios seminarios sobre la elaboración mercantil de un sentimiento que
suponemos muy extendido por el Estado Capitalista como parte de su bagaje de
herramientas de dominación de las conciencias: la nostalgia.
Suponemos, como hipótesis, que las clases explotadoras
mantenían a las mayorías explotadas en un sufrimiento emocional permanente,
ligado a la imposibilidad de superar la añoranza de vivir o revivir etapas
previas de su presente, encadenando sus capacidades intelectuales y emocionales
lejos del trabajo creativo de la lucha por el presente y el futuro.
Pero, insistimos, son sólo hipótesis de trabajo que recién
comenzamos a diseñar.
A continuación, la cámara se retira por un momento de la feria para examinar con detalle la
fachada del que creemos fuera el Museo Nacional de Ciencias Naturales
“Bernardino Rivadavia”, un edificio monumental con elementos del racionalismo
arquitectónico de su época, fundado en el cuadrante noroeste del parque en el
año 1937 (a.m.t.) que contendría registros fósiles y representaciones a escala
de la flora y fauna prehistórica recolectadas por los primitivos investigadores
de esas eras.
[…bella armonía de
formas… votar a favor de su reconstrucción…]
El conductor del dron parece tener una simpatía o
inspiración poética a juzgar los encuadres del edificio, que registran sus
detalles escultóricos en granito jugando con las luces y sombras del mediodía
en sus relieves. Observamos signos en la fachada que darían cuenta de sus
mitologías y la representación de su contenido, que nos servirán para
determinar de alguna forma las especies ya extintas: búhos, arañas, pumas, gliptodontes.
Una vez que termina de registrar la fachada del edificio, el
dron construye una transición de vuelta hacia la feria contemplando un pasillo de magnoliopsidia bombacaceae, ceiba speciosa, recién florando, que se
desenvuelve en dirección norte-noreste, hasta lo que parece un Observatorio
Astronómico primitivo. La cámara lo sobrevuela y por alguna razón gira ciento
ochenta grados para enfocar un edificio de formas geométricas parcas,
repetitivas, en líneas horizontales que entendemos perteneció al Instituto
Científico Leloir, fundado en 1943 (a.m.t.) y dirigido por el científico
homónimo.
El registro continúa ahora hacia el cuadrante este
deteniéndose en los detalles de otro edificio interesante. La toma que sigue
nos da una imagen de su planta desde lo alto, que recrea lo que parece un buque
o crucero de guerra utilizado para la navegación de los extintos océanos
planetarios. Suponemos que el color turquesa de la fachada, el mástil de
navegación ubicado en uno de sus extremos y sobre todo las formas de las
ventanas exteriores, que imitan la de claraboyas marinas, permiten
identificarlo como la sede del Hospital Naval construido y administrado por una
de las fuerzas armadas del antiguo Estado Capitalista en algún momento de la
segunda mitad del siglo 20 (a.m.t.).
La cámara vuelve al asfalto perimetral frente al hospital,
recorre el final de la feria y
comienza el recorrido del cuadrante sureste con los detalles de este edificio
neo-clásico de confección italiana, el primero de los dos que observaremos.
Nuestros registros indican que se trataría del Hospital Oncológico Municipal
“Madame Curie”, dedicado a tratar con métodos prehistóricos las dolencias
generadas por las metástasis celulares que nuestres ancestres más cercanos
lograron exterminar durante la Segunda República Asamblearia Comunista de la
Cuenca del Paraná, hace ciento cincuenta ciclos solares terrestres.
[…hermosas cariátides
y detalles ornamentales… preciosas techumbres… sugerir su reconstrucción…]
[…cuántos hospitales…
antiguos mataderos donde la ciencia se aplicaba, orgullosa y ciega, sobre la
tortura sufriente del cuerpo, templos a la diosa enfermedad...]
Esta preferencia recurrente de la fuente por las
construcciones edilicias nos ha llevado a suponer que su autor actuaba bajo la
necesidad de construir un material de difusión con intenciones de
comercialización o bien propaganda para el Estado Municipal de la Antigua
Buenos Aires, ya que como vosotros podéis comprobar, la mirada del dron pasa fugazmente por encima de las
personas que recorren los espacios, en contraste con la nitidez que dedica a
las principales construcciones y sus arquitecturas.
[… casi como tu relato
camarada… ¿no podrías suponer que se trata de algún trabajo científico?]
[…mmmm, forzado,
podría ser un trabajo para alguna carrera urbanística o arquitectónica del
pasado…]
[… o la memoria perdida
de algune demiurgue arcaico… ¡cuánta falta de imaginación para las hipótesis!]
A continuación del Hospital Oncológico el recorrido
sobrevuela las copas del circuito de arboledas hasta la segunda fachada de
estilo neoclásico con detalles de arquitectura túdor del Hospital Veterinario
Pasteur, ubicado en el extremo sudeste desde fines de los años 20 del siglo 20
(a.m.t.). A partir de éste punto y hasta el final del recorrido perimetral
observamos población dedicada a caminatas, algunes trotando, o movilizándose en
bicicletas, que aunque de primitivas tecnologías vemos que mantienen la esencia
de las que utilizamos todavía hoy, sin los dispositivos de auto-creación de
oxígeno actuales, claro, y evidentemente sin las posibilidades de navegación
anti-gravitacional que fueron desarrolladas bajo las necesidades de la Nueva
Buenos Aires de cien años después, a consecuencia de las pérdidas atmosféricas
como consecuencia del holocausto nuclear.
[¿volemos a los
comentarios obvios? …esperemos que mejoren los informes siguientes o esta
asignación se va a transformar en una tortura…]
Llegando a la entrada sudoeste, el registro se detiene en la
descripción del mástil emblemático, azulejos vitrificados y numismática que no
hemos determinado aún, y continúa luego por el sendero de magnoliopsida elaegnaceae, eleagnus angustifolia en evidente mal
estado de conservación, lo que parece un reservorio dedicado al cuidado de mammalia canidae canis y una cadena de
cubículos paralelepípedos que hemos determinado conformados por zinc y hierro
pintadas en colores verde esmeralda, dedicados a la comercialización de todo
tipo de narraciones soportadas en pulpa vegetal, llamados libros por nuestres ancestres y que entendemos fueron sus antiguas
pantallas analógicas de distribución de información. Una parte de nuestro
equipo investiga las biografías de estes comerciantes, conocides como libreros o libreras; de las primeras fuentes autobiográficas analizadas
podemos saber, por dar un solo ejemplo, que la librera del cubículo número treinta se habría llamado Nitschxa, responsable
de una familia de cinco hijes, alquilando a 13 km del Parque, en la localidad
conocida como Caseros, de ideología punk y
excelentes cualidades fraternales según algunos diarios personales registrados
de vecines de la época que habrían tenido algún trato con ella.
[…quedan esperanzas en
tu equipo, camarada…]
En llegando hacia el origen del recorrido, el dron
incursiona en el circuito interior del Parque por el pasillo oeste de fanérogama magnoliopytha tipuana tipu y bombacaceae, registrando parcialmente
las ofertas de formaciones circulares de un material que hemos determinado como
vinil o ploricloruro de vinilo, derivación de material fósil animal y
vegetal surcado por micronésimos cursos que suponemos alguna antigua tecnología
del registro físico de ondas auditivas.
El dron se detiene para bajar al nivel de horizonte visual
de la altura promedio de las personas y penetrar al interior del Parque, por
debajo de la enredadera del dintel que suponemos de aluminio. Si se fijan en el
recorte al lado izquierdo de la imagen
podemos ver una parte del Anfiteatro Eva Perón, que no va a ser indagado en el
resto del registro. Ahora sí, continuando su recorrido, el dron se mueve en
sentido Este, retomando su altura previa, hasta una admiración estética de los
detalles de la reproducción en bronce de la estatua llamada Niké o la Diosa Alada que sabemos tiene origen en la antigua civilización
griega y fuera considerada fiel representación de las explicaciones mitológicas de la
victoria naval en la batalla de Samotracia.
A partir de allí, vemos una panorámica del lago central, y
las especies de peces, anfibios y aves que lo habitan, todas lamentablemente
desaparecidas, como asimismo del islote central, que reproducía suponemos el
ecosistema originario del Río de la Plata, conocido en aquéllos días como humedal.
Someramente podemos identificar un cuadrante noroeste
ocupado por dos formaciones dedicadas al esparcimiento de infancias, una más
compleja, determinada por el movimiento circular semipermanente de una estructura
de zinc con ilustraciones coloridas y estructuras que remedan fauna y
dispositivos de movilización extintos, movilizándose sobre un eje
ascendente-descendente, sobre lo que parece un mecanismo de pistones; y a su
lado un pequeño círculo ocupado por nuestras conocidas hamacas y planos oblícuos que las infancias trepan y por las cuáles
luego descienden, evidentemente con gestos de disfrute extremo.
Este sector está rodeado por familias heteronormadas en
disposición de compartir alimentos y bebidas de distinto tipo, ofertas
comerciales de alimentos industriales de altos niveles de azúcares refinados,
en contraste con el cuadrante contiguo, del norte al este, ocupado por grupos
fragmentados de personas jóvenes interpretando distintos instrumentos musicales,
realizando actividades deportivas con pelotas y telas, consumiendo sustancias
vegetales que en esas eras estaban restringidas legalmente y en actividades
previas a la cópula sexual.
[…probable registro
visual de comunidades étnicas hippies en el Antiguo Buenos Aires semi-colonial…]
[…increíble estallido
de familias forzadas por la biología a la luz del sol…]
El sector delimitado por la estructura de mármol relicto
llamado de carrara por su origen en las islas del extinto Adriático, que
suponemos se correspondería con la creación de une artiste desconocide que
sugiere una inspiración clásica de cuerpos considerados femeninos en actitud de
elevación, conecta con el cuadrante sudeste ocupado mayoritariamente por
parejas y familias.
[…qué belleza haber disfrutado
del cuerpo propio y extraño bajo la marea solar, sobre los pastos tiernos
admirando las diversas formas de la arquitectura humana y natural… quién
pudiera…]
Cabe notar que sólo en los cuadrantes ocupados por personas
jóvenes, suponemos debajo de los treinta años de edad, podemos reconocer cada
tanto expresiones estéticas impresas en las superficies corporales que podrían
indicar una incipiente profusión de identidades de género subvirtiendo la
normatividad de los dos géneros biológicos a que se reducían oficialmente
durante la extinta era patriarcal. Sería una hipótesis interesante para futuras
indagaciones ubicar en alguno de estos cuadrantes, como en las pistas de
ejercicio de deportes del extremo sudeste, donde abundan jóvenes ejerciendo
demostraciones acrobáticas sobre bicicletas y planos con ruedas, a nuestra
heroína Loura.
[…barbarie de nuestra especie,
de hembras condenadas como únicas portadoras de úteros, y sexualidades
encadenadas a la reproducción biológica…]
La fuente parece terminar en una forma abrupta, aparentemente
no planificada por su piloto. Observamos que el dron comienza la exploración
del circuito de árboles que rodea la configuración del interior del Parque,
formado por magnoliopsidaplatanaceae
platanus hispánica y magnoliopsida
moraceae morus alba y como veremos, pronto se detendrá abruptamente,
retrocederá sobre sus pasos, seguramente acompañando los movimientos de su
piloto, ya que transita desde la altura sólo por senderos habilitados para el
tránsito a pie, circula por el circuito interior, detrás del Hospital
Veterinario, remonta la rampa inclinada, ahí, donde ya empezamos a ver que
todos los rostros se colocan en la dirección que persigue la cámara, atraviesa trasversalmente
y a la carrera por una segunda feria (ésta
surtida con una oferta de mercancías distintas, específicas, como adornos,
reproducciones de alhajas y juguetes de confección manual, pequeñas
ilustraciones en distintos soportes etcétera), para avanzar sobre el césped
hasta un amontonamiento de personas que se concentran en el sector sudoeste del
Parque, donde el dron se detiene y vuelve a elevarse para enfocar el centro de
la aglomeración de cuerpos, donde los rostros nos permiten imaginar un suceso
angustiante, seguramente en torno al cuerpo reposando en el centro del círculo,
correspondiente a una persona con características asignadas por su cultura a la
masculinidad, de edad avanzada que deducimos por la pérdida de coloración
progresiva de su bello corporal, tendido sobre el pasto (cynodon dactylon), con tres personas aparentemente femeninas llorando
a su alrededor, sin ninguna expresión o movimiento físico que pueda hacer
deducir otra consideración que la pérdida definitiva de su energía vital.
La cámara hace un acercamiento sobre el cuerpo inanimado y
se apaga.
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