Translate

domingo, 13 de diciembre de 2020

Entretiempos - Sudeste - Una letra me separa

 


SUDESTE

 

 

 

 

 

Una letra me separa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¿Ahí me escuchás?

-Te veo re bien. Te veo las muecas pero no te escucho. Fijate que estás muteada vos. No, yo no te mutié, sos vos, fijate el loguito rojo del micrófono… ahí abajo… eh-a, ahí…

-Ahí está, listo, ¿me escuchás bien ahora?

-Sí, si, ahora re bien. ¿Cómo estás tanto tiempo, hermosa?

-Muy bien, muy bien. Me empiezo a acostumbrar a estas videollamadas mejoradas, estas aplicaciones nuevas. Terminamos la capacitación en el profesorado ¿viste? Porque vamos a dar todas las clases y asesorías así, no queda otra. Entonces me engancho en estas “charlas” virtuales con los afectos, para recuperar algo de humanidad ¿viste?

-Claro, de una, boluda, te re entiendo. Nosotras con las pi todo el tiempo así. Re bueno que te enganches también. ¡Me hace re bien verte de nuevo!

-A mí también, Loura hermosa, a mí también me hace bien volver a verte. ¿Cumpliste la consigna? Era con una bebida, como si fuese un encuentro en un bar… Ahí está, ¡muy bien! ¿Qué es eso, un bonarda?

-Malbec, malbec, necesitaba algo suavecito.

-Esa copa la conozco.

-Sí. Es esa.

-Macanudo. Yo estoy acá con un cabernet sauvignón, porque terminé de alimentarme con un buen corderito del restó de la avenida, que gracias a todas las diosas del Olimpo sigue resistiendo. Uy, perdoname, no quería ofenderte.

-No es una ofensa, no seas gila. Le tendrías que pedir perdón a tu organismo, que le estás reduciendo horas de vida con el ácido úrico que le metés, si no creés en el karma de todas esas crías vacunas asesinadas y los pedos en la atmósfera.

-Al final no fueron los pedos de las vacas los que nos trajeron a este apocalipsis, nena.

-Bueno, pero igual lo provocaron ustedes con esos apetitos carnívoros. Los patos, los chanchos, los pingolines, los murciélagos y perros que crían para morfarse fritos.

-Pero esos son los chinos, que se comen cualquier bicho.

-Dale, Rita, no me hagás hablar que vos también sos alto radiador, amiga.

-Ja, ja, ja. Lo decís de celosa nomás.

-Callate que si yo fuera celosa no habríamos durado cuatro años.

-No digas eso que yo nunca te cagué.

-No te acusé de nada, despreocupate. Y no es “cagar”. Si te hubieras comido alguna de todas las alumnas que se babeaban por vos en el profesorado no hubiera sido una “traición” a nada. Si hay compromiso afectivo sexual y consenso, todo bien. Se hablaba. Si hubiésemos abierto la relación quizá duraba un poco más… o no. No sé.

-Bueno, bueno, no “caguemos” la charla, este re-encuentro bizarro. Empezamos bien, la conexión no se traba… las dos elegimos el juego de copas…

-No te hagas ninguna ilusión Rita. ¿Anduviste capacitándote en sexting también?

-Ja, ja. Qúe boluda sos, pendeja. Todavía nada de nada. Encuarentangada hace dos meses y en sequía. Todavía.

-No me hagás esa carita, no voy a caer en tus embrujos tan fácil.

-Mohín, se dice, y no te hagás la milenial conmigo que yo te conozco bien mascarita. Tanto tiempo no nos llevamos. A mí no me engaña ese rostro infantil tan lindo que tenés.

-Me imaginaba que no ibas a violar la sagrada cuarentena. Siempre fiel a tu presi.

-Es para cuidarnos a todes, querida. No es una cuestión ideológica.

-Dale, no me bajés línea a mí. Ya rugiste, nos conocemos bien.

-¿Y vos qué onda? No me vengas a decir que trosqueaste el aislamiento preventivo vos también.

-Obligatorio. Decretado por el Estado.

-¿Qué querías? ¿Que hiciéramos la gran Bolsonaro y juntemos los muertos en pala en la Isla Martín García, como hace el facho de Trump en la Isla Hart? Agradecé que tenemos un Estado que se preocupa por las vidas de sus ciudadanes antes que por las necesidades de la ganancia individual del capitalismo salvaje.

-Sí, ya te vi en el insta con esa gilada del Estado Maternal. No lo puedo creer. Te hacía más inteligente.

-¿Me lo vas a negar? ¿Cuándo tuviste un Ministerio de Mujeres y Disidencias, mi vida? La revolución de las hijas llegó al poder, tendrías que estar contenta. ¿Qué lograron con el Viejo del nombre cambiado? Tirándose acusaciones cruzadas de violencia machista por feisbuk, horrible. Reconocé que el trotskismo está todo podrido.

-Sabés muy bien que me fui hace rato de esas orgas, antes que se rompan. Y no empecés con tus chicanitas porque no estoy para esas agarradas. Si no te pido que me expliques de nuevo por qué no podemos tratar el proyecto original de la Casa del Encuentro este año…

-Tenés razón. No era mi intención. Contame. ¿Cómo vas llevando lo de tu viejo?

-Es complicado.

-Me imagino, debe ser muy duro lo que estás viviendo.

-Y, no sé. Es muy confuso todo. Era un reverendo sorete, pero como dice mi sicóloga, el tipo sigue vivo adentro mío. Está más presente ahora que antes. Imaginate que me dan la noticia después de doce años que no le hablaba, y tener que volver a la casa del Parque después de tantos años para ver a la familia, hablar de repartir los bienes y no sé qué mierda, y después casi de toque esta pandemia de mierda. Es como un flash, como un loop de los de las series esas que te gustan a vos.

-Sí, me imagino. Tener que procesar el duelo sin contacto con afectos. Me gustaría ir volando hasta allá y darte un abrazo de apapacho, amora.

-Sí, supongo que eso también la complica. Pero en realidad es todo lo que tengo que procesar de mi historia, de la historia familiar.

-La herencia uterina.

-Prostática querrás decir. Del lado de la vieja no hay mucho que procesar. Mamá siempre fue transparente. Siempre sufriendo el mandato familiar. Era lo que ella había elegido, siempre el mismo discurso. Lo hacía “por nosotres, sus hijes”.

-Es muy difícil para esas mujeres. No la castigues. Una generación programada así, para encontrar su función en el mundo como madres del hogar y les niñes. Entendela, pobre.

-Obvio, boluda. Precisamente eso te digo. El quilombo es el nudo de la historia del sorete de mi viejo, que sigue ahí, atormentándome, como si siguiera jodiéndome la vida después de muerto.

-¿Y cómo fue? Raro. No parecía estar mal de salud, parecía un tipo robusto. Sesenta años es muy joven para un síncope.

-Qué se yo. Mamá dice que no tuvo ningún pre aviso. No estaba tomando ninguna medicación, seguía en estado con sus caminatas nocturnas por el barrio. Estaban de picnic en el Parque, un domingo fabuloso, me dijo. Pero también está la situación del boliche ese de mierda que tenía. Parece que al otro día iba a firmar los papeles de la quiebra el muy sorete. Iba a dejar a sus laburantes en estado de acreedores, para que juntasen telarañas esperando el juicio con los proveedores y los prestamistas. Mamá dice que la situación lo habría angustiado nivel infarto, pero ese sorete no tenía escrúpulos. Obvio que no se lo dije.

-Bueno querida, pero eso es lógico. El preventivo de quiebra está bien, es lo que corresponde. En eso no lo podés criticar, te guste o no, era un comerciante con responsabilidades. Al que tenemos que putear es al Mugricio que lo reventó como a cientos de miles de pequeños y medianos emprendedores que cagó con los negociados del FMI, los buitres y la megadevaluación. Esos mierdas reventaron el país. Dentro de todo tenemos que estar agradecidas que la pandemia nos agarró después. ¿Te imaginás lo que iba a ser esto sin Ministerio de Salud? Una masacre.

-Dale, Rita, que ahora ustedes le van a pagar taca taca a los buitres y al Fondo. Como hicieron siempre.

-¿Y qué te parece? Lógico, no podemos cagarnos en los acuerdos soberanos contraídos por el Estado. Mal que nos pese no es lo mismo que la deuda contraída por los milicos. Era un gobierno legalmente establecido. Muchos globoludos lo votaron.

-Sí, y muchos de los que ahora están con ustedes también. Mirá que yo me acuerdo de ese verano del 2016 que le votaron el arreglo con los buitres a mano alzada. Ese fue el permiso para que contrajera nueva deuda, el bono de cien años y toda la bola. Sin olvidarnos que fue tu querido Néstor y la Capitana les que aceptaron la cláusula de los juzgados de Nueva York en el 2005 y ahí cayó Griesa. Algún día tienen que reconocer que son responsables de este desastre, Rita. O por lo menos vos. Te juro que no le digo a nadie. En confianza, reconoceme algo.

-Nada que ver. Hacé la lista. Todos los gobiernos nacionalistas y soberanos de nuestra historia, ligados a los intereses y necesidades del pueblo tuvimos una conducta irreprochable de desendeudamiento. Rosas, Perón y Evita, Néstor y Cristina y ahora Alberto. Nuestra estrategia es el desendeudamiento. Es una utopía infantilista pretender no pagarla. Te rajan de todos los circuitos financieros internacionales. Primero. Después te embargan como a Cuba y hasta te amagan la invasión, como a Venezuela. Es la conducta soberana más seria, la única posible.

-Cualquiera que hablés de Cuba. Echaron a todos los grandes propietarios capitalistas de la isla. El imperio del juego y la prostitución tan grande que tuvieron que abrir Las Vegas después de Playa Girón, no jodamos. No sólo se bancaron cagarse en los capitalistas yanquis, la mafia y la CIA sino que a diferencia de ustedes no andaban metiéndole miedo al cuco de la invasión a las masas, les dieron un fusil a todes y aguantaron los trapos. El bloqueo vino después y se lo aguantaron con orgullo hasta que los burócratas de Castro lo negociaron, no se te ocurra venir a arrogarte una línea hereditaria con Cuba. Ustedes son les hijes del Perón de la Triple A, Rita, no se hagan les boludes. Ustedes no pueden expropiar ni a Vicentín, boluda.

-Eso fue hace más de cincuenta años, Loura. Es imposible en el contexto mundial de fuerzas relativas plantearse la locura de una expropiación masiva de capitales y el desconocimiento de la deuda externa. El pueblo no está preparado para una epopeya. Dejame de joder, si hasta lo votaron a este delincuente. Ese es el problema con ustedes. Es muy fácil señalar lo que hay que hacer desde la mirada talmúdica de los clásicos del marxismo. Pero gobernar los destinos de 50 millones de personas requiere de una responsabilidad, una madurez política. Las grandes reformas estructurales, fiscal, judicial, de la propiedad de la tierra, las vamos a ir haciendo a su debido tiempo, sin mejicaneadas.

-¿La madurez de abandonar la revolución como una ilusión de juventud? No me digas que te hiciste tan vieja chota que ya sostenés esa mierda, Rita, por favor.

-Nunca me escuchaste decir una cosa como esa, nunca. Los procesos se tienen que hacer cuando están maduros. La revolución no es una aventura de universitarios. Hoy las fuerzas dan para avanzar con los derechos, de las mujeres y disidencias, estamos alentando el impuesto a las grandes fortunas en el Congreso aunque la oposición lo trabe, si alguna empresa se tiene que expropiar, lo vamos a alentar. Es una disputa de fuerzas políticas y representaciones colectivas en cada terreno del poder, que se tiene que hacer con mucha responsabilidad, sin mandar al muere a les cumpas ni rifar las conquistas. Mirá el IFE. ¿Cuántas fuerzas políticas te creés que largarían lo más parecido que tuvimos a un salario de pobreza? Además te repito que te llevo ocho añitos, no soy taaan vieja.

-Antes la Asignación Universal por Hije ahora el IFE. Ustedes pasan del socialismo nacional a la repartija de migajas para ultrapobres sin solución de continuidad. Siempre el mismo debate, dejá, no me vas a convencer y por lo visto no tenemos confianza ni para que reconozcas dos o tres cosas tan obvias que ofenden.

-¿De qué hablás?

-Dejá Rita, dejala morir ahí.

-No, dale, decilo.

-¿Vos viste la arenga del Coronel Berni a la Policía Bonaerense Rita? ¿En serio? ¿Subordinación y valor en el aniversario del golpe? ¿Es joda? ¿Y las personas que cagan a palos en las barriadas y el acoso con los documentos en los colectivos? Gatillo fácil en Córdoba y Tucumán, la desaparición de Facundo, boluda, ustedes están sosteniendo la misma política represiva fachista de la Bullrich.

-No podés decir que somos lo mismo que el gobierno anterior, Loura. En serio, no podés. Tenemos las contradicciones que tiene cualquier movimiento de fuerzas sociales con intereses distintos unidos por las circunstancias de lucha que impone el imperialismo, que no son fáciles ni obvias. Berni contiene la demanda de derechización de una parte importante de la población que, aunque una la repudie, también vota. Ya cometimos el error táctico de dejarles el ángulo de la inseguridad a los fachos y lo manipularon para derrotarnos electoralmente. No te olvides que la Ministra de Seguridad, una mujer, de paso, es una figura irreprochable que viene del plano de la defensa del derecho legal, como el Secretario de Derechos Humanos, un nieto restituido, y hasta el mismo presidente sostiene esa postura. Que te recuerdo la defendía Zaffaroni cuando hasta ustedes hacían charlas con Pitrola y él.

-El de los prostíbulos, lindo ejemplo.

-Eso es pescado podrido de los servicios de Stiusso y el delirante de La Alameda, que de paso te recuerdo era trosco como vos y ahora es amigote de Lilita.

-Hace mil años que no es trosco, ese. Y qué tiene que ver. Ustedes usaron a Stiusso hasta que se decidieron a armar sus propios servicios de inteligencia, con un general represor, encima. ¿O te olvidaste que me tenían investigada con el Proyecto X igual que a muchas orgas territoriales de ustedes? ¿O te olvidaste por qué nos separamos Rita?

-Nos separamos porque vos nunca quisiste formalizar nuestro vínculo, Loura. No mezclés la política nacional con tu incapacidad para madurar y aceptar tu lesbianismo.

Pará. No. Pará. No quise decirlo de esa forma, no te pongas así.

-Seguís siendo la misma.

-No quise decirlo de esa forma. Te pido disculpas. Ya lo hablamos.

-Aceptar mi identidad de género y orientación no es lo mismo que casarnos y adoptar una hija, mucho menos pedirme que materne une hije uterine. Son dos cosas totalmente diferentes.

-Se parecen mucho, como nuestros nombres.

-Ahí tenés, como nuestros nombres. Una sola letra sirve para cambiarle el sentido a toda una identidad. La “o” solita sirve para que el mío signifique “rubia”, la “a” tuya habla de vos, de tus laureles, de tu prestigio, Rita Laura.

-Pero no estamos situadas en Galicia, piba. Esto es Buenos Aires, es como Leo Messi que es Lío y los Leandro que se hacen llamar Leo. Ninguno es Leonardo pero a nadie le importa la diferencia. Si vos quisieras, podrías aceptar el tiempo y el lugar que te tocó vivir, no el fantástico reino que se inventó tu viejo, con las gaitas milenarias y toda la mar en coche y ser tan Laura como yo. Las dos Lauras era un paraíso totalmente practicable.

-Es una enorme diferencia, Rita Laura. Cambia todo. Y no sólo porque yo decida leerla de una forma y vos de otra. Es todo. Es lo que no podés ver por defecto de tu especialización. Como la serie que me mandaste a ver. El presente para les historiaderes es una coyuntura que desciende de una concatenación de fuerzas y decisiones que se combinaron durante milenios para explicar este breve segundo. Ustedes se olvidan de la circunstancia histórica, de cada una de las explicaciones que construyen el presente y sólo miran la continuidad ilusoria de las ideas, como si bastasen por sí solas para explicarlo todo. Terminan abrazándose una y mil veces a la ilusión delirante del “eterno retorno” como si fuera una realidad mágica que cobra vida real.

-¿Al final la viste? ¿Viste Dark? Veo que no te gustó. O no la entendiste.

-No me tratés de boluda, ni de nena ignorante. Es muy entretenida y muy bien laburada. Aunque te confieso que fumarse tres temporadas seguidas en alemán te taladra el coco.

-Eso porque no la fuiste siguiendo a medida que salía. Así el alemán mantiene su poeticidad y exotismo. Además que te perdiste la angustia de esperar qué pasaba en la nueva temporada, la ansiedad de construir posibles explicaciones…

-Todos esos blogs de delirantes pajeros que no tienen mejores cosas que hacer que elaborar conspiranoicas, dale.

-Bueno, sí. Pero no joden a nadie. Reconocé que está buenísima, boluda.

-Te repito, la fascinación con el eterno retorno funciona sólo en la literatura de Borges y en la ficción de les guionistas de la serie. Pero no tiene nada que ver con el mundo real. Es un loop sólo para ustedes que lo aceptan acríticamente, sin una mirada histórica.

-Nada que ver. El bucle de Dark refleja muy bien lo que sienten y viven las mayorías en las sociedades modernas. La angustia del deseo por transformar la realidad frustrada siempre por los grandes media hegemónicos y los detentadores del poder concentrado del capital, como la industria energética mundial expresada en la Central Atómica, la referencia permanente al apocalipsisis de un Chernobyl a escala planetaria. Es la vivencia cotidiana del pueblo, que se esfuerza por alcanzar su deseo y cuando lo cumple siente de nuevo la angustia por los nuevos deseos que no alcanza. Es genial.

-Eso porque vos te mojás toda cuando el cine cita la mitad de la filosofía alemana clásica en sus producciones. Te re imagino babeándote con las posibilidades pedagógicas de la serie para tus clases en el profesorado.

-Bueno, sí, obvio. Ja, ja, ja.

-Como cuando salió el pelado ese catalán, cómo se llamaba…

-¿Cuál? Ah, Merlí. Esa serie es genial, no jodas.

-No tengo idea, no me alcanza el tiempo para pelotudear con la fascinación de las docentes medio pelo de Buenos Aires con el paraíso de dar clases en el primer mundo mientras no llegan a fin de mes y les chiques se les cagan de hambre en el aula.

-Sos una reduccionista. Sabés que estás bardeando.

-Un poco sí. Pero en serio, ¿no te diste cuenta que citan casi toda la filosofía alemana clásica pero se “olvidan” de Hegel, de Marx y Engels? Claro, dejan de lado la filosofía de la historia más poderosa que parió la humanidad: Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias libremente elegidas, sino bajo circunstancias directamente dadas y heredadas del pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla en el cerebro de los vivos. El presente como resultado de la tensión de fuerzas sociales que exceden la voluntad de los individuos y sus propias acciones biográficas. Fijate que toda una base enorme de Dark es una re-elaboración póstuma de tu generación con el tema de Volver al futuro de Spielberg.

-Sí, obvio, es parte de esta movida de márqueting para comercializar la nostalgia de una generación con posibilidad de consumo. Pero eso es anecdótico.

-No tanto. Fijate que toda la trama se empioja porque les creatives de Dark dan el paso que Spielberg no se animó a dar hace treinta y pico de años. El problema es la entropía, la descomposición y degeneración endogámica de las generaciones familiares basadas en la hipocresía y el engaño. Lo decepcionante de Dark es que en esa denuncia del fracaso permanente de los linajes familiares corrompidos hagan un recorrido desde 1890 hasta 2019 en el único pueblito alemán misterioso y trágico en que no hubieron nazis. Todo bien con evitar los clishés y el debate sobre el colaboracionismo del pueblo, pero ¿en serio? ¿Ningún nazi? ¿La clave de todo es un científico loco y no hay referencias a los nazis? Es joda.

-¡Treinta y tres años!

-Sí, sí, los ciclos de treinta y tres. Otra pelotudez. Mi amiga, la escritora delirante que te conté, dice que ahí muestran la hilacha del manejo superficial que tienen sobre las nociones del tiempo cíclico en las culturas antiguas y ajustan las necesidades del guión con el tema pedorro de la supuesta edad de Cristo al morir, cayendo en un lugar común del catolicismo occidental.

-Ah, le escritere, querrás decir.

-Escritora, Rita, escritora. Se supone que ustedes respetan la Ley Nacional de Identidad, ¿o sólo se apropian de la lucha de las travas para la tribuna?

-Respeto totalmente el derecho que conquistamos a la autopercepción de género, Loura. Como nuestro derecho al matrimonio igualitario. Por eso te preciso la incorrección. Une travesti pertenece a un género no binarie, de ahí el neutro.

-Ella es una mujer trans, Rita, y la mayoría de las travestis se autopercibe como identidad trans-femenina, como parte de la femineidad.

-Bueno, son temas que se siguen definiendo y re definiendo con el tiempo, Loura. No tienen una configuración definitiva y fija. Además, vos misma me dijiste que todavía tiene pene. Unas tetas fabricadas, tacos y pintarte la cara y las uñas como una vedette no te hacen mujer. Al final terminan reproduciendo los peores estereotipos del patriarcado, que se nos imponen al resto de las mujeres para seguir sometiéndonos en formas estéticas propias del consumo machirulo, de lo que ellos consideran que es la femineidad.

-Tiene tetas naturales, Rita, pero igual. ¿Qué tiene que ver? ¿A vos te parece que es una pelotudez una cuerpa que cambió toda su configuración fisiológica con hormonización de estrógenos? Incluso en tus propios términos, que siempre coquetearon con el determinismo biológico, no es lo mismo un cuerpo con mayor porcentaje de tetosterona que uno con mayor porcentaje de estrógenos.

-¿Vos también estás con ese disparate del pene femenino? Por favor, te hacía más inteligente.

-Boluda, estás cada día más radical vos, más terfa.

-Sabés muy bien que no adscribo a ninguna de las sectas y etiquetas de la comunidad LGTB y nunca lo hice. Lo único que señalo es que algunas de sus argumentaciones tienen mucho sentido. Yo no les niego el derecho a de autopercibirse como quieran, pero me parece una mierda que se apropien de nuestra identidad. Bastante esfuerzo lleva haciendo el patriarcado durante cinco mil años para anularnos como sujetas, diluyéndondos dentro de su objetivación simbólica y hasta gramatical como para que ahora encima vengan les travestis y trans a explicarnos qué es ser mujer. Si ellas son mujeres entonces qué nos queda. No tiene ningún sentido, Lou.

-No cambiás más, Lau, no cambiás más. No existe una esencia femenina ¿contenida dónde? ¿En las tetas? Ya te dije, las tiene producto de las hormonas que las crearon. ¿La vulva natural? ¿Ahora son religiosas del culto a la vulva sagrada? Dale. Es medieval. Ustedes no se dan cuenta que terminan opinando igual que el Vaticano o que los nazis de la Federación de Atletismo Mundial. ¿Qué hay que hacer? ¿Medirnos el nivel de nanogramos de tetosterona en sangre para definir si somos mujeres? No jodas. Y no te olvides que por eso son tres “t”, porque nadie se afana la identidad de nadie: travestis, transgénero y transexuales. Así como no es lo mismo ser una mujer cis hétero que lesbiana. Pensé que ya teníamos superadas estas discusiones, boluda.

-¿Vos cómo sabés que son naturales? ¿Ya probaste?

-¿Y a vos qué te interesa?

-¿Viste? Yo sabía que habías trosqueado la cuarentena. ¿Te lo comiste? Perdón, perdón. ¿Te “le” comiste?

-No te rebajes, Rita, no te rebajes. Que no te coman a vos esas pulsiones elementales de la programación monogámica. Además podría haber sido antes de la cuarentena.

-Cogieron, yo sabía. Por eso no me contactaste antes. Yo sabía.

-Nada que ver, cualquiera. Recién la conocí en abril y todavía es puramente virtual. Nada erótico. Y la culpa la tenés vos por joderme la cabeza con Dark en medio del momento más Dark de nuestra vida. Estaba en un pozo apocalíptico, re angustiada por lo de mi viejo, la mierda esta de perder el contacto, la lucha en el barrio con las compañeras contra la cana y los punteros, toda una bola re negra y empetrolada y me puse a guglear historias sobre el Parque justificándome con el tema de la tesis y encontré un artículo muy delirante y raro de ella y ahí nos conocimos. Lo más físico que tuvimos fue que le mandé por uber los archivos y papeles de mi bisabuelo para que los analice. No sé si fue una buena idea, confieso.

-¿Por?

-Porque yo misma ya estaba saturada con esos papeles. Lo que te decía antes. Toda la saga paterna la tengo enmadejada, enroscada. Un loop re confuso. Lo mismo que la historia nacional cuando la estudiamos en el secundario, no se entiende una chota.

-¿Y elle te lo aclaró?

-Ella dice que tiene todo claro, pero no me termino de convencer. Parece un delirio. Sostiene que todo tiene lógica y confirmación desde el punto de vista histórico, pero no puedo dejar de sospechar que su licencia de escritora de ficción se le impone a la historiadora del pasado.

-¿Estudió historia?

-Sí, como yo, nivel doctoral pero terminó laburando de profe en media para parar la olla.

-Dos proletarizades.

-También militó en el Partido, antes.

-Antes de transformarse.

-Antes de la operación.

-¿Se operó?

-Le saltó un cáncer testicular que ella dice tuvo características proféticas y le practicaron una orquiectomía.

-Ah… une castrato. Debe cantar re lindo.

-Sos pelotuda, Rita.

-Bueno, permitime alguna chicanita para una competidora. En el amor y la guerra…

-No, no vale todo, y no te lo permito. Y no es competencia, porque vos no tenés ninguna chance conmigo. Y ella tampoco. Tenemos esta relación sólo por el tema del pasado de mi viejo, de mi familia paterna.

-¿Y por qué dice que fue profética?

-Acá empieza el delirio. Fue por ese texto de su blog que me llamó la atención y le empecé a escribir. Jura que es real pero parece una ficción de Netflix. Resulta que la operaron cuando estaba en medio de una crisis existencial. Se había acabado de divorciar, tenía la angustia de perder la tenencia de la hija en común por las cagadas típicas de chongo que se había mandado…

-Uff. Male tears, my Darling.

-Ponele. Cuestión que en medio de toda esa vorágine de culpa y fin del mandato patriarcal, dice ella, tuvo un colapso físico después de tres años de hacer running en el Parque justo el día que decidió empezar a correr al revés, en el sentido horario. La operación la vivió como la liberación de su represión contenida durante toda su vida, sexual pero también con su identidad femenina. Después de perder la tetosterona y elegir hormonar con estrógenos pudo recuperar su propia historia de abuso infantil, que tenía bloqueada y aceptó su identidad reprimida y empezó el camino de la transición de género.

-Es vieje también.

-Un año menos que vos. Ella es serpiente de fuego, vos dragona.

-Claro. Una figura referente, mayor que vos, profe de la disciplina que te hubiese gustado estudiar, con autoridad en la tradición política que siempre te obsesionó…

-Me doy cuenta lo que estás sugiriendo, Rita.

-Tendrá la identidad autopercibida que quieras pero con próstata.

-Vos querés decir que me engancho con una especie de Edipo travesti.

-Una lesbiana que retrocede producto de un impacto emocional fuerte como quedar huérfana del padre. Quizás tu constructo psico-emocional no puede asumir enamorarse de un varón y necesita algo más… qué se yo… más mixto.

-¿Eso pensás de nosotras? ¿Qué me enamoré de vos por una especie de complejo de Electra mal mezclado con tus características de piba butch? ¿Sos pelotuda, Rita o te recibiste de psicóloga por correspondencia?

-Sin ninguna intención de faltarles el respeto, Loura. Sabés que sólo me preocupa tu bienestar.

-Dejá que yo me preocupo solita y no me sicologiés. Te decía de la escritora y el flash de mi viejo. Dice que le llamó tanto la atención que su cuerpo hizo crisis recién cuando empezó a correr el Parque en otro sentido y ahí se puso a investigar y encontró su gran teoría: que todo el Parque funciona como una máquina, un dispositivo, que transforma las vidas individuales y colectivas que lo atraviesan de cierta forma, en cierto sentido.

-¿Qué Parque? ¿El Parque?

-Sí, El Parque, Mi Parque. Bueno, nuestro también, ahí nos conocimos.

-Como para olvidarte, amor. Estuve las dos horas que duró la sala de espera del Pasteur para castrarla a la Kitty comiéndote con los ojos. Esa carita, ese cuerpo de hembra hermosa que tenés, mi cielo.

-Ya no es el mismo, querida. El tiempo nos pasa factura a todas. Aunque vos seguís re gata, mamu. ¿Cómo hacés?

-Gracias, divina, gracias. Pensé que nunca lo ibas a decir. Aunque esta camarita del orto no muestra mucho.

-Dale, que te conozco. Te pusiste esa blusa transparente que te enfoca esos pechos fogosos que tenés… ¿cómo decías?

-El Valle de los Senos… ja, ja. Pensé que no te habías percatado.

-Dale, no te hagás. Y ese corte te queda re cheto. Es el hachazo femininja mohicano pero manteniendo esos rulos hermosos, de estatua romana que tenés.

-¿Viste? Me lo hice justo el 19, antes que cierren todo. Se va desdibujando pero voy renovando la afeitada con la maquinita.

-Ese día me mataron tus rulos cuando me encaraste. Yo estaba llevando a la Cuca, pobre Cuca. Aguantó unos años más y la quedó.

-Vos siempre fuiste más perrera.

-Siempre perra, nunca in-perra. Sabelo.

-Sí, ya sé, la perra y la gata.

-Dos altas brujas.

-Entonces cómo es eso del Parque Máquina. Ahora me dio intriga. ¿Es como la cueva de Dark?

-Uff. No sé boluda, no sé. Ella dice que funciona como una brújula o astrolabio, igual que los antiguos emplazamientos calendáricos de Stonenghe o las pirámides náhuatl y maya.

-Claro, ahí engancha a la historiadora del Arte.

-No creo que me esté manipulando. No gana nada. Además todavía ni le hablé de mi tesis sobre el Parque.

-¿Seguís limándote los cuernos con eso? ¿Cuándo la vas a presentar? Te va a dar más puntaje, vas a poder concursar en la facu o el profesorado, así largás esa condena de la secundaria.

-No empieces con eso de nuevo, Rita. Te juro que corto la señal. Es mi laburo, es una decisión política. Es lo que me permite echar raíces con la juventud de la villa, la escuela me abrió toda una posibilidad de utilizar mi experiencia política y encontrar un rol de militancia re grosso. Ese secu es una condena, como cualquier laburo, pero también es mi camino por opción, el sentido de mi vida.

-¿Entonces por qué seguís con la tesina?

-Porque estoy atada al Parque aunque me haya ido hace tantos años.

-¿Cuándo fue? Ah, sí, cuando te peleaste con tu viejo y te fuiste de tu casa, ¿qué tenías, veintiuno?

-Veinticuatro tenía. Mandé todo a la mierda. Me fui a vivir en una casa tomada con amigas del palo, pasé años limpiando casas mientras hacía el profesorado y nunca volví. Pero me tira. No sólo las historias del bisabuelo Carrasco que mi viejo me martillaba de chica, el colegio de monjas…

-¿El Divino Tesoro era?

-El Divino Rostro. Mi viejo me metió a los cuatro años, con la mala leche que beatizaron a la fundadora ese mismo año, en el 88. Me fumé hasta quinto año la cantinela de la esposa de Mitre y sus amigas que fundaron la Escuela para Niñas Pobres en el 17 y cómo contrataron a la Beata y sarasa.

-¿Lo fundó la esposa de Mitre? No sabía.

-Sí. En el ángulo noroeste del Parque, un edificio hermoso con techo abovedado de medio punto, romano o bizantino, adornado con palmeras y araucarias. Tan lindo que cuando pusieron el Museo de Ciencias Naturales veinte años después, aunque con otro estilo arquitectónico, mantuvieron la armonía de colores con las tejas y ladrillos colorados. Lo único bueno de esa etapa de la burguesía, el gusto arquitectónico. Pero el Parque es también la historia de mi adolescencia. La ruptura con esa mierda catolicona y cheta de Cabashit´o, como le digo yo.

-¿Tu pasado punkie?

-Punkie, rock chabón, rock rebelde. En los 90 el Parque no estaba como ahora, todo cheto, estaba abandonado, el lago no tenía agua, no había rejas ni pasto. Ranchábamos ahí re fisuras todo el tiempo. Y las bandas que después la pegaron en esas épocas, como Viejas Locas ponele, iban a hacer sus recitales para amigues y groupies ahí, como un Woodstock reducido al círculo del Parque. Eso es lo que quiero reflejar en la tesis. Todos esos años que nadie registró, como si nuestras vidas no se hubieran marcado a fuego en la adolescencia en ese lugar perfectamente situado, que tuvo sus propias leyes internas y códigos tribales. Boluda, ahí tuve mis primeros flashes físicos con el lesbianismo, ahí recontra afirmé que no se trataba de un juego de la infancia sino una profunda identidad que surgía sí del deseo pero que se me instalaba en toda la emocionalidad.

-Qué raro, porque eras re pendeja y ese ambiente siempre fue de machirulos con harenes de cuerpos a su disposición. Como la mierda de Aldana y Cordera.

-Con más razón, Lau, con más razón. Ese contraste me fue forjando y convenciendo más. Nos tuvimos que abrir un lugar las lesbianas pendejas en medio de toda esa tetosterona liberada, aprovechándonos para nuestro mambo de la forrada del amor libre que esos forros usaban de tapadera de sus miserabilidades. Y eso todo se plasmó junto, mezclado, fusionado y también en disputa sobre las cuerpas de las ninfas de la estatua. Eso es lo que quiero volver a colocar a la vista, esos grafitis que fueron y son las marcas indelebles de los trazos más firmes de nuestra generación y que hoy desaparecieron gracias a las pulidoras de arena y agua de la municipalidad, que la embellecieron para sostener el consumo de la mirada estética prolija del “ciudadano de a pie” modelo del barrio careta. Necesito que la tesis salga para volver a plantar la bandera de lo que fue y es, para que no se muera, para que sea recordada.

-¿Y por qué no lo hacés?

-No tengo tiempo, Rita.

-No te autoengañes, hermosa. Es lo que hablábamos antes, te cuesta enfrentar los nudos de tu identidad. Es normal, a todes nos pasa.

-No es eso. Eso también, claro, pero no es eso.

-¿Cuál es la teoría de tu novie?

-Dale con esa guitarra, qué pesada sos.

-No, en serio. ¿Cómo es eso de los ciclos y los astrolabios?

-Ella dice que la clave la encontró en la edad del fallecimiento. Revisó los papeles del bisabuelo, hizo los números y descubrió que todos los tipos mueren a los sesenta años. Se fijó las fechas y -no te rías por favor, a mí también me generó sorpresa- son todos años chanchos.

-¿Cómo?

-Chanchos, o jabalíes, del calendario chino.

-Ah, bueno, le pegó Ludovica Squirru a le trava.

-Ella me explicó que el horóscopo chino funciona igual que el de origen babilónico, en una acumulación, superposición y yuxtaposición de ciclos astrales de los grandes cuerpos que estas civilizaciones seguían en sus órbitas celestiales. Y acá viene lo flashero, ella dice que hay una conexión evidente entre la secuencia de historias biográficas aparentemente insignificantes que llevaron a la muerte de mi viejo y la epidemia mundial de coronavirus.

-Jodeme.

-No te jodo. Según ella todo esto pasa porque estamos terminando el último año jabalí de un ciclo de trescientos años que va a abrir un nuevo ciclo mundial a partir del próximo año de la Rata.

-Boluda, es otra alucinación típica de cuarentena, la gente está flashando.

-Es lo mismo que pensé yo. Pero escuchá todo. Qué pasa, que les chines antiguos, y muchas otras civilizaciones antiguas le daban supremacía explicativa al ciclo orbital de Júpiter, que cumple una revolución alrededor del sol cada doce años. De ahí el sistema sexagesimal de los sumerios, que usamos todas las civilizaciones occidentales antes del decimal de los árabes.

-Y de los mayas.

-Sí, bueno, ciclos de doce años. Los sesenta con cinco ciclos de doce, los trescientos son veinticinco ciclos de doce años o cinco ciclos de sesenta años. Fijate que el año pasado antes de la pandemia vino el incendio de Notre Dame después de setecientos años, y les chines tuvieron que sacrificar cien mil chanchos por una gripe porcina para evitar un COVID como el de 2009.

-Con eso cortaron la importación de soja y hundieron más la macrisis.

-Ahí va. Y más, dice que todos los años clave de la historia familiar mía son chanchos. Mi viejo del 59, el bisabuelo de 1875, su amigo, el sereno del Parque que vivía donde hizo su casa, de 1839… Y los años clave de la historia nacional, la Batalla de Caseros, la Presidencia de Mitre, la muerte de Perón, la democracia con Alfonsín, el segundo gobierno de Menem, la primer presidencia de Cristina… todos en años chancho. Todos el fin de un gran ciclo y el comienzo de otro.

-Pero el año chino de la rata empezó en febrero y nuestra cuarentena en marzo.

-Ella dice que los ciclos se renuevan en primavera. En febrero es la primavera boreal, pero nuestro año chancho en el hemisferio sur dura hasta…

-Hasta tu cumpleaños.

-Hasta mi cumpleaños. Que espero tu presi haya levantado ya la cuarentena para esa época así lo puedo festejar bien.

-Si no viene antes el apocalipsis travesti.

-Claro. ¿Ves por qué estoy mambeada?

-O sea que según ustedes se viene una especie de mega reseteo del universo.

-No necesariamente del universo. Pero sí seguro de toda la organización humana del planeta Tierra. Y de la Argentina por lo menos.

-¿Y vos le creés todo este delirio?

-Claro que no. Pero son muchas noches enredada con el diario de mi bisabuelo, las anotaciones de mi viejo, la carta del alsinista, la historia del Parque. Estoy confundida. Siento que algo extraño pasa, como si una sombra rondara cada elemento de esos rompecabezas de mil piezas que armábamos juntas en ese momento que teníamos la sensación de que encontrábamos la conexión de todas esas piecitas amontonadas por colores y formas, esa ansiedad que nos empujaba a unirlas, esa emoción de saber que había una conexión y que juntas la íbamos a encontrar.

-Eso porque el fabricante imprime la placa toda unida y después la fragmenta y la mezcla. Nosotras sabíamos que había una conexión porque si no la había, demandábamos a la fábrica.

-Sí, ya sé, por eso te digo que es una sensación a la que le falta esa certeza del diseño completo, del gran plano. Pero lo mismo le pasa a las hormigas o los animalitos de la granja, que se pasan la vida entera ejecutando acciones instintivas creyendo que construyen aleatoriamente su propio universo y resulta que no saben que sus vidas dependen en última instancia de la voluntad de los seres humanos que modifican la granja o el terrario.

-Estás contagiada de la fiebre de cuarentena, Loira. Y el castrato te mete manija. Tenés que cortarle a la mierda.

-No soy una pelotuda que dirigen a voluntad, Rita. Ni una escritora ni vos.

-Qué injusta que sos. Es normal, lo que te pasa, Loura, mi amor. A todes nos pasa. Esta circunstancia nos amputa la rutina, las estrategias que teníamos construidas para sostener nuestra cotidianeidad se evaporaron y sentimos ese vacío, la incertidumbre le abre paso a la angustia. Es normal que nos agarremos de narrativas extrañas que parecen tener sentido en medio de esta total falta de sentido. Como un espejismo de oasis en medio de la sed alucinante del desierto. Lo que vos tenés que hacer es volver a incorporar rutinas. Cocinarte, vestirte, organizar horarios para entrenar el cuerpo, para dormir, para trabajar. Yo empecé a estudiar yoga y meditación, que tenía pendientes; sigo a un personal trainer colombiano que es genial, estoy aprendiendo a hacer masamadre. De a poco vamos adoptando una nueva normalidad que no va a ser exacta a la anterior, pero que nos va a permitir no colapsar en un juego delirante de fantasías y retomar nuestras vidas.

-Boluda, ¿sabés lo que es sostener el comedor para treinta familias de la manzana 7 de la 21-24 y además los talleres de formación para las pibas y tener que batallar para que les vecines entiendan la necesidad de la higiene y la distancia social, mientras los transas y los ratis la agitan todo el tiempo, y a las viejas de las pibas las siguen surtiendo los maridos y algunas tienen que seguir conviviendo con los machos que las violaron o abusaron? No me romanticés el “quédate en casa”, esto es una bomba de tiempo, boluda.

-Me imagino, me imagino.

-No creo que te imagines, Rita. Palermo Hollywood queda mucho más lejos del Riachuelo que las cincuenta cuadras que nos separan. El 37 tendría que tener potencia de jet para que pudieran acercarse un poco a cómo se vive la pandemia acá.

-No hace falta que me eches en cara donde vivo, Loura. Sé perfectamente que la pandemia enfatizó todas las situaciones precarias de la vida que todavía arrastramos de la gestión anterior.

-Dale, Rita, no me jodás. La pobreza, las redes de secuestro y esclavitud sexual de las pibas y los narcos no empezaron en los últimos cuatro años. Ustedes son tan responsables de la descomposición social y el proceso de confinamiento en ghuettos de nuestras juventudes obreras como los otros. Estado Maternal mis tetas.

-Sos muy injusta. Las territoriales de la confederación de la economía popular de nuestras orgas vienen luchando hace décadas para enfrentar todo el deterioro económico y simbólico de las barriadas populares. Hacemos mucho más que lo que hicieron ustedes con los piquetes de desocupados y la repartija de planes.

-¿Ves? Ahí tenés. Los reyes del eufemismo, son. ¿Qué economía popular ni qué ocho cuartos, Rita? ¿Me vas a venir con la tilingada de las redes de trueque de tus amigas de San Telmo? Cartoneres, sirvientas de limpieza y crianza, albañiles, choferes y braceros de la basura. Acá sigue habiendo obreres, proletaries como toda la vida, como hace cien años. Ustedes le cambian el sello para sacarse de encima que venimos del mismo lado, que abrimos toda una posibilidad de resistencia gracias a que cortábamos rutas y hacíamos puebladas con ex laburantes de YPF y las privatizadas, con estudiantes secundaries y universitaries y docentes precarizades a lo largo y ancho de todo el país.

-¿A mí me lo vas a contar, Loura? Yo cortaba Ruta 3 en La Matanza con el Frente Tierra y Vivienda cuando vos todavía ibas al secundario privado católico.

-Sí, Rita. Pero parece que ustedes se quieren olvidar que tuvimos que tumbar siete presidentes en una semana para conquistar todos los derechos que vinieron después. Ahora dirigen cooperativas como si fuesen microemprendimientos, distribuyendo subsidios como gerentes de recursos humanos que pagan sueldos. Nos quieren hacer creer que siguen siendo revolucionarios porque pusieron el cuadro del Che en las oficinas de Desarrollo Social. Y te recuerdo que con dieciocho añitos y yendo al colegio católico privado también tiré piedras en Plaza de Mayo ese jueves del 2001 y que en LEAR le cortamos las rutas a Cristina Capitana que nos mandó a Berni Carapintada y la Gendarmería de Milani. ¿Y en esa, vos, en qué lado de la mecha estabas? O cuando la patota de ferroviarios lo mató a Mariano. Bancando al proyecto estabas.

-Tenés razón Loura, quizás fue un error armar este meet. Son muchas cosas las que nos distancian. No vas a entender nunca la necesidad de las alianzas del campo popular contra los enemigos comunes. Aunque te hayas ido, tu trotsquismo te ciega. Quizá es lo mejor que te vayas con ese clossplayer operado y su secta de femineidades posmodernas.

-Andate a cagar, Rita Laura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario