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sábado, 13 de agosto de 2016

Manada

-No sé qué le pasó, se le chifló el moño, debe ser la novia esa que tiene ahora, que le llena la cabeza.

-Pero contame bien, ¿cómo fue? Siempre fue un tipo tranquilo, macanudo.

-Sí, sí, a nosotros nos flashó mal.  Estaba todo más que bien con el chaboncito.

-El Negro le habrá dicho algo, se habrá pasado con el descanso.

-No, boludo, para nada, el Negro estaba en la suya, como siempre. Nos habíamos ido a fumarnos las flores del Chino Suárez a la vía, como siempre después del fulbito, y el Negro estaba tirando la historia suya con la última minita.

-¿La de Bella Vista? ¿La petisa petera?

-No, no, esa ya fue.

-¿Viste las tetas de esa mina? no se puede creer.

-Altas gomas, sí. Después me la garché yo, cuando largó al Negro, la cité para hablar de no se qué al feisbuk y le re dí. Pero no, no. Nada que ver, ahora anda con una pendejita de Lanús o Bónfil, no me acuerdo. Una Ferrari la pendeja.

-Ah, esa no la tengo, ¿qué onda?

-Una guerrera parece, le tira la goma en el auto, en la moto, una bestia.

-¿Cuánto tiene?

-No sé, el Negro tira 17 pero mepa que es más chiquita.

-Uff. Va ir en cana un día este boludo, con lo del ni una menos y toda esa bola…

-No boludo, está todo bien, la pibita es re-madura, le cabe coger, tiene las cosas re claras.

-¿Y entonces?

-No sé, venía todo tranqui, pintaron las flores, estábamos escabio, habíamos contado todas las vueltas del partido.

-¿Cómo salieron?

-Les rompimos el orto en cuatro pedazos. Los pendejos volaban como aviones. No sabés lo que corre el hermanito del Chelo, se mandaba por mi punta y de toque volvía a marcar.

-Tienen tres pulmones esos pibes, un día de estos vamo a tener que colgar los botines.

-Sí, pero los pecheamos de entrada y tuvieron que recular. Si nos daban el pesto se iba a poner todo cabrero. Martín estaba sacado, le tuve que decir que afloje con los planchazos porque el hermano del Jony iba a saltar todo mal, viste…

-Y tampoco da para andar rompiéndolos si nosotros los invitamos. Encima que vienen a jugar. Y después te peleás con el Jony y ¿cómo te lo bancas en la oficina?

-Por eso. Pero empezamos a triangular y bueno, el Negro estaba inspiradísimo. Tiraba pura magia, como en el potrero, jugaba solo. Es increíble pero fumado juega mejor.

-Yo me fumo un churro y el cuore se me estalla en el pecho, no sé cómo hace. ¿Y Leandro estaba de mal humor, che?

-Para nada, ñery, cayó re contento que lo habíamos llamado. El pelotudo del Narigón nos hizo la de siempre, había dicho que venía y faltando media hora salió con una sanata de la jermu, de no sé qué, así que empezamos a guasapear a todos.

-Ah sí, a mí me llegó, pero yo les había dicho que tenía que ir a buscar a la nena de la madre, por eso no podía.

-¿Y? ¿Cómo te trató la conchuda?

-Siempre lo mismo, cara de orto, que la clavo con la nena todos los fines de semana, que no sé qué. Al final quién carajo las entiende, loco. Para qué mierda se separa la forra si después me anda buscando para que le tenga a la piba. Yo tengo que juntar el mango, viste como es.

-Dale, Bocha, si te pasaste el finde de gira.

-¿Y no tengo derecho a salir a escabiar después de matarme con el negrero del gerente? Qué mierda querés que haga, si me toca el feriado rotativo el domingo. Salí de laburar y me fui a aflojar, loco, sino después es peor, me pongo del orto y le grito.

-Bueno, cuestión que llegó re contento, nos agradeció mil veces que lo llamamos, no sé, se creía que lo había convocado Sabella, viste, al mundial. Cayó todo vestido de jugador profesional, hizo la mariconeada de precalentar, porque dice que se rompe todo si no elonga antes…

-Y qué querés, si nunca juega. Mirá quién lo va a llamar ahora, después de la que se mandó. Encima que es burro y sólo sirve para marcar, nunca hace goles…

-Pero pone huevos el loco…

-Menos mal, como los gordos, mirá si encima no son buenos... o las minas feas, que si no son simpáticas se las tienen que violar para pegar garche…

-¡Mirá qué coincidencia! Eso fue lo que tiró el Negro antes de que Leandro lo coloque.

-¿Qué cosa?

-Lo de las minas feas.

-¿Eh?

-Eso, andaba contando de la pendeja esta que se está garchando, nos mostró las fotos del guasáp. Está re fuerte la pendejita, una burra para salir de paseo, unas tetitas… mamu. Y le ponía una cara de perra cuando se la chupaba, como en una porno.

-Naa. Me estás comiendo la cabeza porque no fui, sos un puto.

-No boludo, posta. No te las puedo mostrar porque no bien llego a casa las tengo que borrar, viste como es la Claudia, me tiene fichado el celu después de la última vez que me encontró el messenger abierto y se pudrió todo. Estoy bajo probation.

-Alto gil sos vos también. Ponéle contraseña, no seas tarado. Después las tenés que borrar, es un desperdicio.

-Sí boludo, un garrón, después me come la cabeza cuando me la quiero sopapear en la ducha y me la imagino toda, pero no es lo mismo.

-No es lo mismo, el wasap del Negro es superior a cualquier cosa imaginada. Le debo mis mejores momentos.

-Es que las pibitas se regalan con lo del wasap y el feisbuk, están re alteradas las wachas.

-Mal, no les importa nada loco, se la re mandan. Después la conchuda de mi ex quiere que no la cague, cómo no la voy a cagar, loco, si no se puede andar por la calle, en la oficina, se visten re turras, loco, si no te las garchás sos un terrible gato.

-Es que las minas grandes no entienden, son todas histéricas viste. Tendríamos que ser más relajados con lo sexual, loco, como en Brasil, que no tienen drama, te cogen y a otra cosa, como amigos. Es una sociedad re careta la nuestra. Ojo, vos sabés bien que yo tengo a la Claudia y las pibitas, no voy a andar bancando a los violines y los degenerados que andan cagándolas a trompadas o las prenden fuego. Pero las pendejas están re alzadas, loco, ves cada cosa en los boliches...

-Y en la calle, loco, se ponen unos chupines que le marcan la tanguita, la conchita. Te ponen del ojete, loco, ¿cómo hacés? Encima les tirás un piropo y te mandan a cagar las muy zarpadas. El otro día una se puso re loca, me entró a putiar. ¿Qué querés, si te veo las tetas sin corpiño y encima no querés que te diga nada?

-Seguro era una universitaria, alguna feminazi. Ahora parece que el piropo está mal... Cuestión que el Negro tira eso, algo así, que las minas le piden que las cachetee porque si no no acaban, una cuestión sicológica ¿viste?, como de trauma, y que el Negro se la sigue para jugar. Todo bien, el Negro no es un violento, es un tipo normal, hace su laburo, se pone las pilas. Tiene toda esa cosa más libre, tipo anarquista, onda punk. Vive la vida más relajado, todo consensuado, ¿viste?

-¿Y? ¿Qué pasó?

-Y nada, que el Lean se puso todo violeta y lo entró a cagar a trompadas. Le puso un cruzado al cachete, así, de la nada, y lo entró a sarpar a guampazos, lo pateaba, estaba loco.

-Y ustedes ¿qué hicieron?

-Nada, boludo, ¿qué vamos a hacer? Nos rescatamos de toque y se la pudrimos, lo rajamos a patadas como pudimos. Se fue todo caliente, mandándonos a la mierda, que éramos una manga de soretes, pajeros, que no teníamos huevos, qué éramos una mierda…

-¿Pero el Lean y el Negro no eran amigos? Qué raro…

-Qué se yo. Siempre fue medio raro el pibe ese. A mí me parece que es medio puto y se lo quería coger al Negro, andá a saber si le dio envidia que se la cogiera a la pendejita.

-¿Pero no sabía que el Negro se la garchaba?

-Y no sé qué onda, no está en el grupo de guasáp de los pibes, nunca se prendió en la rondita de frula… que se yo. Un puto resentido…

-Bue, todo el mundo anda rayado. Después decile al Negro que pase las fotis al grupo, que no sea careta.

-Dale. Te dejo que me reclaman.

-Dale. Abrazo, bro.

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