-Contame más del pato Cararroja.
-De los Cararroja,
querrás decir, son una familia de cuatro patos.
-¿Todos tienen la cresta roja en la cara?
-Todos. Leyla dice que el otro día los vieron bien, son
cuatro y son dueños de la punta este de la Isla de los Patos.
-¿Y cómo saben eso?
-Porque Leyla y su papá ya son investigadores de la Isla de
los Patos. Van una mañana por semana al Parque y averiguan cosas nuevas.
-¿Cómo cuáles?
-Bueno, parece que no todos son patos en la Isla de los
Patos.
-¿Ah no?
-No. Parece que los más grandotes, de largo cuello y plumas
blancas o pardas son gansos, en vez. Y los más retacones serían patos posta.
También parece que los gansos son menos dignos que los patos, al menos que los
Cararroja.
-¿Qué es “dignidad”?
-Esa es difícil. Es como la Coca Cola, para cada persona
significa algo diferente. Pero se supone que la dignidad es no hacer cosas que
no te gustan a cambio de que te den cosas que necesitás mucho.
-¿Y por qué decís que los gansos no son dignos?
-Porque me contó Leyla que el otro día unas personas le
daban de comer pan viejo a las palomas y los gansos se mandaron a mendigarles.
-¿Y eso está mal?
-No sé… depende. Seguro que es un menor esfuerzo para comer
que si tuviesen que perseguir lumbrices o andar cazando mosquitos.
-¿Y los Cararroja qué hacían?
-Leyla dice que se quedaban en su punta de la Isla porque no
estaban de acuerdo en ir a comer pan y mendigarle a la gente como las palomas.
-El otro día me retaron en la escuela porque dije que las
palomas eran ratis como me dijiste vos.
-¿A mí qué me hacés quilombo, nena? Yo no te dije nada.
-Sí, vos me dijiste que a Leyla no le gustaban las palomas
porque se parecían a la policía.
-Se parecen, son azuladitas.
-¿Ves?
-Pero no lo digo yo, lo dice Leyla.
-¿Y a Leyla por qué no le gustan los policías? En la escuela
me dijeron que están para ayudar a las personas para que no nos pasen cosas
malas.
-Claro, pero el papá de Leyla dice que en realidad
participan de los negociados ilegales que deberían enfrentar.
-¿El papá de Leyla es subversivo?
-No lo sé. Pero lee los diarios. Fijate que todos los días
andan cambiando las cúpulas policiales porque estaban metidos en el secuestro
de nenas o la venta de falopa.
-¿Qué es la falopa?
-Cocaína, paco, drogas que revientan la cabeza de la gente
que las consume.
-¿Y cúpulas?
-Son los jefes policiales que organizan el delito.
-¿Entonces los Cararroja qué vendrían a ser? ¿Piqueteros?
-No sabría decirte. Leyla dice que son luchadores, porque
consiguen su comida con dignidad, como su papá y su mamá. Y no andan mendigando
ni mucho menos confraternizando con las palomas. Ya sé, ya sé, confraternizar
es tratarse con amor de hermanos o hermanas.
-No te iba a preguntar eso, tonto.
-Me pareció que tenías preparada la pregunta.
-Te iba a decir que me parecen muy buenos los Cararroja,
pero que los veo un poquito solos.
-No te creas, Leyla dice que si hacen asambleas es porque
están tratando de organizar a los otros patos…
-… y a los gansos…
-… y a los gansos.
-¿Vos creés que los van a convencer?
-Ni la menor de las ideas. Pero por lo menos lo intentan ¿no?
En eso también son dignos.
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