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viernes, 24 de junio de 2022

La mala leche

Kooch lloró 

amargamente su soledad, 

sus lágrimas crearon 

a Arrok, el primer mar, 

sus suspiros, 

a Xoshem, el viento.


Mitología Selknam, 

Tierra del Fuego


(Con mil demonios, otra vez rechazaron el plan de conquista. Ya va el cuarto. Pero… ¿qué carajo quieren estos tipos? Se está por acabar el tiempo estipulado por el presupuesto. Si tenemos que abortar la campaña tardaremos varias generaciones hasta tener la chance de volver a este planeta. Con lo difícil que nos fue encontrar uno tan prolífico en recursos.) 

…un paraíso único en este vasto rincón del universo. El tiempo apremia como todes sabemos, pero todavía debe vaciarse siete veces y volverse a llenar siete veces esta luna pálida y seca antes de que pasemos el punto de retorno. Debemos encontrar una forma de colonizar este planeta y asegurarle un flujo continuo de recursos a nuestra especie dentro de esta generación. Una fuente de riquezas que dure milenios, inagotable, inextinguible. 

(Debo cumplir la misión.)

Por eso convocamos de nuevo a los equipos técnicos. Aprovechamos que están llegando los nuevos informes de les antropólogues de avanzada. Fueron al extenso continente que cruza todo el planeta por su mitad más panzona. Un material fundamental para completar nuestros conocimientos sobre el total de la vida emergida. Fundamental para comenzar a definir el diseño de conquista y colonización.

(Que los burócratas de la Madre Patria se cuezan un poco más en sus laberintos. Encontraremos la bendita forma de lograr el objetivo usando los pocos recursos a disposición. Lo más urticante del asunto es que éstos mierdas son los responsables del desastre, en primer lugar.  ¿No se acuerdan acaso que calcularon varias veces por debajo la cantidad de población inteligente? Sus malditos presupuestos súper exactos nos pusieron en este brete. Con la tripulación y la tecnología asignada a estas tres miserables naves tempo-espaciales no nos alcanza para exterminar a toda la especie pensante en el tiempo suficiente para empezar la extracción de recursos, ni para poner a trabajar de inmediato bajo nuestro control al menos alguno de los cuadrantes más ricos. Un desastre. Un verdadero desastre.)

(No importa. Razonemos. Cada propuesta rechazada por los sabios cagatintas nos enseñó qué caminos son improbables.)

A ver, hagamos un repaso de nuestras conversaciones con el Alto Mando Estratégico en la Madre Patria. 

Rechazaron el genocidio total porque nos llevaría demasiado tiempo, ya que ésta especie ya está diseminada por todo el planeta. Alcanzar a cada une con nuestros recursos actuales tardaría demasiado. Aunque no lo descartaremos de plano. Llegados al punto de no retorno podríamos desatar un virus que limpie toda vida emergida y proceder a extraer la energía bruta del núcleo. Nos duraría menos de lo que necesitamos, pero peor es nada.

Los expertos en equilibrios de sistemas plantearon provocar una crisis ambiental, algo como aumentar la temperatura planetaria diez grados en veinte años, o en menos. Provocaríamos inundaciones y exterminio de más de la mitad de la diversidad biológica, lo que nos dejaría sin sujetos para esclavizar, además de una chance de perder valiosos recursos, incluso el planeta entero o dejarlo inútil, yermo. Y no contamos con veinte años. Carajo, no contamos ni con siete meses.

Veamos. 

Los intentos de colonizar porciones de territorio se enfrentaron con una feroz resistencia de seres mucho menos civilizados. Porque aunque inferiores, estos parásitos son muy difíciles de esclavizar. No podemos perseguirlos una vez que escapan y si les matamos a uno de los suyos, se enfurecen y comienzan a llegar en oleadas. Una especie muy orgullosa y hostil, sobre todo las que paren y las hechiceras mitad y mitad, esas meten miedo a simple vista.

Ergo, comprobamos que la energía requerida para mantenerles en un grado de control máximo y reprimir sus constantes rebeldías no justificaría los pocos recursos a extraer en ese lapso.

(De nada sirve haber concentrado la sabiduría tecnológica de tantos mundos durante estos últimos tres millones de años, hemos traído muy poco para tamaño desafío. Para colmo, la mayoría de la tripulación consiste en especialistas en extracción y transporte, y los malditos antropólogos. Insoportables. El personal especializado en genocidios y dominación física de trabajadores ha sido el mínimo indispensable. Estos burócratas de culo chato pecaron de pedantes y amarretearon. Porque en el fondo, ese es el meollo de la cosa: el emperador vuelve a encubrir la escasez de recursos del Estado desfinanciando las campañas de exploración; insisten a los técnicos para que escojan los reportes parciales que mejor encajen en presupuestos muy bajos. Y así nos va. Un círculo entrópico de nunca acabar. Las campañas fracasan o consiguen magros resultados y el corazón del Imperio se seca. 

Y empiezan los paros cardíacos. Nadie quiere vaticinar el fin de una civilización de tres millones de eras en su mandato.

Por lo demás, el resto de civilizaciones dentro de la Alianza, aunque inferiores, nos devoraría rápido, concentrando para ellos todos nuestros logros.) 

Algún plan perfecto debemos encontrar. Encarar la realidad, de eso se trata todo. Esa es la Gran Enseñanza. 

Por eso esta reunión es clave. Hemos convocado a todos los responsables de los equipos. 

(No me acostumbro todavía a estas nuevas tecnologías remotas. Resulta que atienden tantas campañas de colonización que han enviado estos viejos trastos con miles de extremidades multivalentes con sus conciencias incorporadas. Pero no pasan de ser transmisores, su propia inteligencia es solamente binaria, no son capaces de asumir contradicciones móviles. Soy el único ser capaz de establecer relaciones contradictorias y hacer síntesis complejas. Eso explica por qué el mío es el único sueldo que pagan, en realidad.) 

Pasemos entonces al último informe de les antropólogues. 

(El robot que traduce al responsable de les antropólogues no ha puesto más que obstáculos. Están fascinados en la Madre Patria con la posibilidad de tener a la vista las fases más tempranas en la evolución de una especie que ni siquiera es parecida a nosotres. Museólogos, meros clasificadores. Aunque han encontrado la clave que explica la resistencia de esta especie parlante.)

Ha resultado que les hemos cogido en un momento en el que las que son capaces de parir gobiernan cada familia del planeta. Como todavía dependen de su sexualidad para reproducirse, parece que la gran adaptación ha sido el desarrollo del clítoris -comparto infografía- haciendo que las que pueden parir sean la única especie viva de este planeta que goza cuando fornica. Así que gozan seguido, en lugar de sufrir el llamado de la calentura una o dos veces por ciclo solar, como sus parientes de especies que gestan los huevos en sus propios cuerpos, aumentando de esa forma sus posibilidades de fecundación. 

(Pero eso lo descubrieron les biólogues. Les antropólogues descubrieron que las uterinas son las únicas de la especie que pueden controlar su descendencia, pues son las únicas que saben cuáles son sus crías. Esto las ha ido empujando a asumir el rol gobernante en las decisiones, dirigiendo comunidades que comparten todo.

¿Cuál fue la frase que usaron? Ah, sí, claro, comparten hasta los abrigos. Así el motor de la existencia no pasa por apropiarse de cada vez más cosas, no tienen hambre de conquista. No tienen noción de la riqueza, de la propiedad privada. El suelo que pisan y pueblan no vale nada para elles, no se lo disputan. Simplemente pueblan los territorios hasta que el equilibrio entre las familias y los recursos naturales llega a un extremo y antes de quebrarlo se largan a caminar o navegar para otros ecosistemas.) 

Los expertos de probabilidades han determinado un modelo en el que les llevaríamos a una crisis por los recursos y obligarles a cambiar sus patrones de poblamiento y distribución de recursos, haciendo nacer en algún momento la necesidad de otras formas de gobierno y quizás la ansiedad de la acumulación y el poder, la dinámica de la conquista y colonización. Pero, otra vez, no estaremos aquí para verlo. 

Este gobierno planetario de madres es el que nos ha hecho imposible reducirlos a una esclavitud permanente y fructífera. Debe haber una forma de generar una división entre ellas que nos ayude a su destrucción.

Sí, bien, escuchamos a los especialistas en genética.

(...ya han completado el estudio del genoma de esta especie. No tienen grandes variaciones de fuerza o capacidad intelectual que podamos explotar para distanciarles. Tampoco fueron eficaces los intentos de inducirlos. Los grupos de talla alta han fracasado en abarcar grandes distancias, los veloces fracasaron ante las astucias y armas de los lentos y así con todo. La especie superior que quisimos implementar sacó la conclusión de que amaba a su propia estirpe y eligió exiliarse a vivir de su propia iniciativa.

(Si hasta hemos tenido que refugiarnos en tres picos solitarios de las principales cordilleras para evitar las rebeliones. Pasa el tiempo y me consume la presión de la responsabilidad. El futuro de nuestra civilización depende sólo de la decisión que tome aquí y ahora. Tengo esta sensación permanente de tener ante mis sentidos cada pequeña parte de la solución final pero no logro sintetizarla.)

(Más informes antropológicos, diantres en vinagre. Están exultantes porque han descifrado algunos de los idiomas más extendidos. Blabla, blablá… esto parece interesante. Están diciendo que sería la única especie que imagina en todo el planeta. Han comenzado a condensar en algunas regiones millones de años de paciente observación. Parece que basan todo su desarrollo tecnológico en la imitación. Primero, de los otros seres vivos que sobreviven mejor que elles. Desde lo más rudimentario, quitarles sus pieles para protegerse del clima hasta lo más sutil, imitan los movimientos de los depredadores para luchar, imitan los movimientos de las aves para decidir emboscadas. 

Ajá, esto puede ser muy útil: han descubierto los movimientos cíclicos más evidentes de planetas y estrellas, algunes construyen precarios relojes con piedras enormes y pequeñas para detectar los cambios en las estaciones y decidir sus movimientos. Pero sus hechiceras y poetas han imaginado que planetas y estrellas son en verdad las imágenes que proyectan sus cerebros cuando consumen alucinógenos.

Parece que han desarrollado delirantes teorías sobre planetas y estrellas, a las que asignan intenciones y sentimientos como los de elles. Esto puede ser un signo de debilidad, una ingenuidad fatal, si tan sólo supiera en qué plan perfecto incluirlo…)

(Es increíble que esta especie tan inferior se haya convertido en tamaño bloqueo para nuestro desarrollo. ¿Nos iremos de aquí sin nada? Nunca sabrán que han vencido a la especie dominante de varios cuadrantes del universo. ¿Es posible esta burla del destino, esta ironía de la providencia? Tres millones de años de civilización, el progreso detenido por un enjambre de parásitos montados en un planeta que es de una riqueza única.)

Excelente informe, como costumbre, muchas gracias. Si me permiten, creo que al fin he dado con la solución. Ni ironía, ni providencia ni nada, aquí triunfa la razón de nuevo.

¿Estáis todes? Creo que mi plan les parecerá perfecto para nuestros intereses y necesidades. La clave nos la han dado les antropólogues recién, es menester quebrar este sistema de desarrollo horizontal e igualitario de las madres y favorecer el desarrollo de un grupo pequeño y controlable de sujetos que nos garanticen una colonización eterna sin mayor participación o exposición de nuestra parte.

¿Recordáis los informes de los genetistas? De acuerdo, pues. Me he detenido en las comparaciones de les biólogues entre las distintas formas de vida con millones de células, órganos internos y demases, correcto. Hemos encontrado que en algunos casos los sujetos aportantes de semilla se tornan muy violentos, llegando a destrozar sin piedad a otros miembros de su comunidad he incluso devorarse sus propias crías. He pedido que aíslen los componentes genéticos y biológicos que podrían explicar estos estallidos. Les antropólogues han sugerido que precisamente para controlar esos estallidos es que hace unos tres millones de años de este mundo, aproximadamente para cuando nuestra especie lograba la planificación de su reproducción liberándose de la sexualidad, esas madres han organizado este sistema tan eficaz de desarrollo sin destrucción del ambiente ni competencia interna. 

Hemos aislado el que puede ser el componente clave. En realidad se trata de una sustancia que tienen todos sus cuerpos y determina la vida de distintos órganos, sus huesos, el pelo, las tonalidades de las voces. Se trata de un esteroide cristalino que combina diecinueve partes de Carbono, veintiocho de Hidrógeno y dos de Oxígeno.

Los genetistas me han convencido que cuando se encuentra en una proporción muy por encima de los parámetros habituales es capaz de inundarles el sistema nervioso de la obsesión por comer, por fornicar y por combatir contra otros sujetos por el control de algo tan absurdo como un palo. A diferencia de las que pueden parir, estos sujetos no tienen ninguna función en sus sociedades más que aportar la carga genética necesaria para la fecundación y luego toman posiciones de asistencia o bien se destacan en alguna actividad. Son el eslabón más débil del entramado político de estas comunidades.

¿Qué tal si les inyectamos una concentración tal de esta sustancia que les permita desarrollar su ansiedad de competencia y conquista de forma permanente? Por cierto que en algunas regiones donde el gobierno uterino de las madres es muy sólido serán vencidos una y otra vez. Pero si potenciamos esta sustancia en todas las regiones al mismo tiempo, seguramente en algunas regiones las condiciones de recursos y población les otorgarán victorias pequeñas pero decisivas. Esto les hará envalentonarse para ir hacia la conquista de otros sitios en el intento de construir enormes imperios. Claro que deberemos instruirles cada tanto para que no cometan errores mortales que lleven el diseño general al fracaso.

Estos seres aportan su semilla para la reproducción por medio de una protuberancia en su órgano excretador de toxinas líquidas. Esa protuberancia y la exterioridad de sus órganos productores de material genético parcial para la reproducción son sus únicas diferencias corporales a la vista con las que son capaces de parir. Además de la ausencia de mamas lactosas. 

Ideal para convertirlos en un símbolo sencillo que pueda servirles como bandera. Primero les aconsejaremos la similitud de esta protuberancia con algunos de los fenómenos físicos que admiran más, las explosiones volcánicas, las descargas eléctricas, las lluvias y tormentas del cielo. Identificaremos la capacidad destructiva y a la vez creadora de estas fuerzas -las llamaremos fálicas- con un destino manifiesto que les induzca a convencerse de su poder mágico. 

Diremos que nosotres mismes, no, mejor, asumiremos la forma superficial de estos individuos, exacerbados de musculatura y bello facial, y les diremos que los planetas son como ellos, a su imagen y semejanza creados. Ah, también con algunos árboles especialmente grandes, como esas pindoví hovy; podrían confeccionar imitaciones, cetros, varas mágicas, bastones de mando y poder. (Sí, sí, los equipos de manipulación sicológica han coincidido que se trata de una imagen sencilla y contundente fácil de asimilar para los sujetos que proponemos apadrinar. Esto va a caminar.)

Dejaremos volar su copiosa imaginación pero siempre alrededor de los mismos problemas y angustias sobre el origen de la vida. Llenaremos de brumas sus mentes para que no puedan ver el doblez de la trama. Deberán contarse creíbles epopeyas de sudorosos y musculosos invencibles seres barbados sometiendo sexualmente y mágicamente a las antiguas divinidades femeninas o mitad y mitad. Que no sobrevivan más que como meras ilusiones de un pasado indemostrable o una utopía que sólo sirva para seguirse moviendo en la noria de nuestro beneficio.

Crearemos narraciones que serán creíbles durante un tiempo considerable, por ejemplo induciendo castigos negativos y terroríficos contra el conocimiento científico, pero usando parábolas sencillas. Inventaremos toda una serie diversa de falsas teorías sobre la creación del universo que hará tortuoso el camino de quien intente comprender la verdad.

Deberemos crear, (eso sí, idea de les antropólogues) un grupo profesional que viva exclusivamente de narrar la Historia Oficial, eliminando todo este período o reduciéndolo a una etapa primitiva de la especie.

Iremos promoviendo cultos que compitan con el poder simbólico del gobierno de las madres, promoveremos así verdaderas guerras por todo el planeta que las destronen. Deberemos inventar algún mecanismo ingenioso para que estos tipos puedan controlar su propia descendencia, arrancándoles las crías al gobierno de sus madres y nodrizas, hiriéndolas de muerte. Debemos enseñarles métodos eficaces de control de la sexualidad y el placer. Quizás debamos sugerirles que el placer de ellas es nefasto para la especie mientras que el placer de ellos es necesario y justo.

Debemos inutilizar su imaginación al punto de la paranoia eterna.

(...esto marcha muy bien, la tormenta de ideas a puesto a todos los responsables de equipos en la misma sinergia, esto va a funcionar...)

Sí, de acuerdo, es menester que pongamos fin a toda la variedad de personalidades sexuales que proliferan en la especie. Limitaremos la sexualidad a la reproducción hasta que consideremos posible la planificación no sexual de la reproducción de sus esclavos.  Esos sujetes que disfrutan de distintos roles sexuales y les que poseen una estructuración neuronal distinta deben ser anulades socialmente, aislades y exiliades en todas las formas posibles. Van a ser las únicas mentes y corporalidades dispuestas para entrever esta trama que planeamos. Cada vez que por sus orientaciones fuera del binarismo sexual lleguen a descubrirnos, es menester que sean considerades alienades, extravagantes, delirantes sin credibilidad, monstruos ajenos y enemigos de la especie, desviades, degenerades.

Hemos discutido ese asunto con los equipos especializados en producción química y suministros. Creen que son capaces de producir bastante de esta sustancia, (¿cómo la llamaremos?) en el poco tiempo que nos queda y dejarla almacenada en pequeñas dosis a lo largo y ancho del planeta. Escogeremos organismos existentes capaces de inyectar líquidos en cuerpos ajenos. Tarántulas, serpientes, una cierta variedad de avispas que llaman kaviju, escorpiones negros (o dorados), murciélagos y alguna variedad específica de mosquitos. Codificaremos su genética para que inoculen dosis de esta sustancia con sistematicidad y generaremos narrativas mitológicas para que no les exterminen nunca, quizás un terror inexplicable sería útil, una fobia.

Eso también lo estudiamos, responsable. Hemos concluido que en el diseño general  es preferible nuestra más absoluta invisibilidad. Sólo dialogaremos directamente con estos especímenes una vez que hayan alcanzado un poder estable y permanente, que puedan asegurarse en varias generaciones. Allí estableceremos los pactos necesarios, la cantidad de recursos que deben entregar y los periodos. Deberemos enseñarles tecnologías para memorizar cantidades y tiempos, desde las más elementales hasta las más sutiles, a medida que vayan requiriéndolo, y también construir todo tipo de mecanismos arquitectónicos que les dejen al menos el recuerdo de nuestra existencia y superioridad. Los ingenieros han aprovechado a sugerir construcciones monumentales que podamos ver desde nuestras más sofisticadas tecnologías de visualización remota.

Luego nuestres ingenieres cibertrónicos han considerado que incluso las versiones ya desechadas por obsoletas de nuestras tecnologías de generación holográfica pueden servir para influenciar las frecuencias oníricas de los especímenes que designemos, de manera tal que podamos corregir y guiar sus voluntades de manera remota, como estamos desarrollando esta charla. De ser necesario para convencerles, podemos generar alucinaciones fuera de sus sueños y pesadillas, que impresionen a varias generaciones.

Deberán sentir, si somos eficaces, que estamos en todos lados pero invisibles y que conocemos todos los detalles del Gran Diseño.

He sido muy específico en este detalle: debemos inyectar el mismo plan en las distintas regiones del planeta y establecer acuerdos tributarios de forma separada y secreta, de manera de generar una reversión completa de la realidad actual y promover la mayor escalada de competencia posible. Los modelos de cálculos probabilísticos sugieren que incluso en la remota chance que una expansión de la especie y un desarrollo evolutivo en su conciencia llegase al punto tal de poder sintetizar todas las trayectorias de los grupos enriquecidos en toda su historia, incluso en descubriendo las coincidencias de mandatos en las distintas imaginaciones mágicas, etcétera, llegaría en un momento demasiado tardío para revertir la explotación de recursos ideal para nuestros intereses. 

Llegados a ese punto catastrófico podremos decidir si pasar al genocidio directo y explotar la energía de núcleo o simplemente abandonar el planeta a su autodestrucción.

(Pero ese dilema lo dejaremos a las generaciones futuras. O a sus contadores.)

Gracias a todes. Creo que al fin lo hemos resuelto. Y justo a tiempo. Enhorabuena.

Entiendo, entiendo, claro, procederemos a las evaluaciones de detalles y probabilidades, pero verán que en líneas generales el Gran Diseño es fuerte. 

Faltaba más, sólo cumplo con la misión encomendada. 

Espero pronto la asignación de nuevos destinos. 

(Ya comenzaba a aburrirme en este maldito planeta) 


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